Sunday, April 25, 2010

Vuelo del Tupolev 154 de Varsovia a Smolensk

Siniestro

Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 130410
“… Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia…”
William Faulkner (1897-1962)

El título de la nota sugiere dos de las múltiples aserciones del término:
Por lo trágico del evento en su más inocente apreciación, pero a la vez, por lo perversamente aterrador, si fuere otra la circunstancia.
Y ninguna de las posibilidades puede ser descartada absolutamente.
¿Falló la seguridad?
Quizás una de las más trascendentes de la circunstancias que observamos en el siniestro en Smolensk, lo constituye el hecho sin precedentes en la especializada tarea y técnica para la movilización y la seguridad del presidente y equipo de gobierno de un país cualquiera.
Por razones perfectamente instituidas, cualquiera sea la circunstancia de la cual se trate, ningún servicio de seguridad presidencial aceptaría como desempeño regular, el permitir que en un único medio de transporte y de traslado del presidente, se aglomeren o se junten en un número tan significativo otros personajes de los más representativos tanto del gobierno como de la intelligentia y de la sociedad del país.
Es decir, en términos prácticos y sin que ello signifique señalamiento alguno, sería como brindarle la ventaja absoluta a un potencial enemigo o atacante.
Si tiene la capacidad, si tiene la voluntad, se le brinda en ello la posibilidad de atacar el medio de transporte en cualquier momento del desplazamiento, y se lleva en el ataque no sólo al gobierno en funciones, sino hasta la capacidad instalada para la sobrevivencia de ese país.
La más dramática de las pruebas, está en el vuelo del Tupolev 154
Antecedentes
En la guerra Polaco–Rusa entre 1919 y 1921, donde ambos países pretendían extender sus dominios territoriales, las tropas polacas bajo la dirección de Józef Piłsudski infringieron a las tropas de Vladimir Lenin una determinante derrota.
Luego de la firma del Tratado Hitler–Stalin, entre septiembre y diciembre de 1939 Alemania y Rusia invaden simultáneamente Polonia. El 19 de septiembre de 1939, Lavrentri Pavlovich Beria ordena al Capitán de la Seguridad del Estado, Pyotr K. Sopruneko la creación de varios campos de prisioneros para los polacos. El 5 de marzo de 1940, en el Politburó Soviético, se firma la orden de ejecución de activistas "nacionalistas y contrarevolucionarios" mantenidos en campos y prisiones.
A ese tenor, nada más preciso que la posición oficial en la voz del primer ministro Vladimir Putin el siete de abril de este año: “… no se debe descartar la hipótesis de que se tratara de una ‘revancha’ por parte de Stalin que de esta forma tan cruel quiso ‘corresponder’ a los polacos por los fracasos militares de la Unión Soviética en los años 20 del siglo pasado, así como la muerte por hambre y enfermedades de 32.000 soldados y oficiales soviéticos, hechos prisioneros en el curso de una infructuosa ofensiva contra Polonia… fue precisamente él quien comandaba las tropas soviéticas, y por consiguiente fue el principal culpable de la humillante derrota militar… Stalin se sentía responsable de la derrota en la guerra ruso-polaca de los años 20, y aplicando el criterio de revancha dio orden de fusilar a los oficiales polacos en Katyn…”
En la masacre del bosque de Katyn, entre abril y mayo de 1940, todos los prisioneros de los campos de concentración soviéticos de Kozielsk, Starobielsk y Ostáshkovo –militares, médicos, profesores y sacerdotes polacos–, fueron conducidos a Katyn por la NKVD. En varias semanas, los tres campos fueron desalojados en grupos de prisioneros de a 200 o 300 cada día.
Para algunos interesados en el tema: “… En Katyn, en el año 1940, fueron ejecutados entre 15,000 y 22,000 oficiales del ejército polaco por parte de las fuerzas soviéticas por órdenes directas de Joseph Stalin. El objetivo era destruir la élite de las fuerzas polacas para proceder a absorber dicho país sin mayores problemas…” (http://www.generaccion.com/usuarios/14474/entre-matanza-katyn-accidente-kazcynski)
Eventos recientes
“… Por primera vez, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha tenido el gesto de acudir al bosque de Katyn en compañía de un alto dignatario polaco para rendir homenaje a los 22.000 oficiales del país vecino masacrados en la primavera de 1940 por orden de Stalin…
… En 2007 fue el presidente polaco, Lech Kaczynski, quien se trasladó a Katyn, pero Vladimir Putin declinó acompañarle…
… la tragedia del bosque de Katyn, situado en la región rusa de Smolensk, junto a la frontera con Bielorrusia, ha estado envenenando las relaciones entre Moscú y Varsovia desde que, en 2004, la Fiscalía Militar rusa decidiera dar carpetazo al caso, aduciendo que no hubo genocidio, y clasificar 116 tomos de la investigación, de los 183 elaborados, como «secreto de Estado». A Polonia le entregaron sólo 67 tomos…” (R. M. Mañueco, ABC)
Más aún
Previo a los hechos una alerta a considerar: “… MOSCÚ. - Un canal de televisión georgiano emitió hace cuatro semanas un controvertido reportaje que resultó ser una especie de macabra profecía, ya que el filme fingía la muerte del presidente polaco, Lech Kaczynski, debido a un atentado con bomba ruso en su avión presidencial…
… respecto al documental ficticio, emitido en un canal controlado por el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, señaló DPA…
… El propio Saakashvili, en cambio, señaló que el reportaje sobre un supuesto ataque ruso contra su país se acercaba bastante a la ‘realidad’…
… Tras el conflicto armado entre Rusia y Georgia en el Cáucaso en 2008, Kaczynski se había solidarizado con Tbilisi y había visitado con Saakashvili de forma demostrativa la zona fronteriza con la república separatista georgiana de Osetia del Sur…” (http://www.portalxd.com/reportaje-georgiano-predijo-t527900.html)
Eso sin incluir otros asuntos importantes en el área, como lo constituyen los acuerdos de Polonia con los Estados Unidos, en el asunto de la instalación del Escudo Misilístico, que si bien tiene como objeto la potencial amenaza nuclear iraní, no deja de representar un potencial problema si no amenaza, también para la Federación Rusa
Pasiones que ciegan
Resulta indudable que de parte y parte, para Polonia y para la Federación Rusa, el asunto Katyn remueve ancestrales sensibilidades, la ofensa de la derrota de las tropas rusas del año 1921, saldadas con una ofensa mayor, la Masacre de Katyn, y que no fue hasta 1990 y bajo el régimen de Mijaíl Gorbachov, cuando fue reconocida la responsabilidad de la Unión Soviética en esas masacres
Y ahora, 70 años después, cuando la internamente alimentada y explosiva euforia de un gobierno con el sol a la espalda y con la posibilidad de materializar una potencial derrota a quien y de quien tantas humillaciones se acumulan; no ya una derrota militar sino política y moral.
Una derrota que después de veinte años estaba ya en curso final de ejecución.
¿Sería esa la percepción que obnubiló y anuló toda otra percepción en una comunidad política; que desestimó en expreso cualquiera fuera la observación, acotación o recomendación de seguridad, y la llevó a cometer y dejar cometer errores imperdonable?
Burla, ofensa, degradación
Ante esa evidente y públicamente expuesta euforia de unos, los polacos, puede alguien dudar la existencia de una equivalente opuesta en la contraparte, los rusos.
A unos hoy les embarga ahora el dolor y la pena, a los otros quizás, un silencioso relajamiento.
El vuelo del Tupolev 154 de Varsovia a Smolensk, un verdadero siniestro, cualquiera sea el ángulo de observación que adoptemos

No comments:

Post a Comment