Friday, March 26, 2010

“… Deseos no preñan…”

Rafael Rivero Muñoz
Ocoee, 160310
“… Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti…”
Epicteto de Frigia (50-135)

Pareciera que está fuera de foco la idea o el concepto que se tiene sobre lo que es y la actividad de la Interpol, visto el asunto desde la perspectiva del texto y párrafo final del editorial de El Nacional del día de hoy.
Si bien es cierto que en “… el expediente del juez español de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco…” pudieren existir evidencias y hasta pruebas suficientes para ordenar la detención de los implicados en el affaire ETA-FARC-Chávez en cualquiera fuere el país donde unos u otros se encuentran. fuere escondidos fuere protegidos; si bien es cierto que esta decisión de la jurisdicción española pudiere significar, y de hecho ello es la práctica en el caso de criminales ubicados en territorios extranjeros, una alerta de solicitud y búsqueda a la Interpol, también es cierto que esta organización en ninguna fuere la circunstancia, es o podrá ser la ejecutora directa de la solicitud, disposición o decisión del juez español Eloy Velasco.
Si bien a Interpol se le conoce y reconoce como una policía internacional, eso no significa en lo absoluto que sus funcionarios o delegados en uno u otro país –Venezuela en el caso objeto del comentario del editorial– tengan asignada capacidad alguna para la ejecución material de una disposición u orden de detención dictada por un tribunal extranjero; ni siquiera en el caso de decisiones de la Corte Penal Internacional.
En los extremos, y en los casos en los cuales el requirente o solicitante –juez de la causa– lo disponga, éste hará conocer de las propias autoridades de su país, España en este caso, los particulares pertinentes de su decisión, a la sazón, la identidad completa del sujeto o los sujetos sobre los que pesa la medida, los detalles conocidos o evidenciados en las actas del tribunal sobre su (s) ubicación (es) o lugar (es) de residencia (s); seguidamente, la autoridad policial de ese país complementará la información con los datos y antecedentes registrados en sus archivos, fotografías y últimas direcciones conocidas incluidas, y tramitará por ante la oficina local de Interpol –España en este caso– el registro de una alerta internacional.
Por su parte Interpol registrará y pondrá la alerta en sus archivos y a lo sumo, en los extremos, excepcionalmente y a requerimiento expreso del país solicitante, de tener direcciones o ubicaciones precisas de los solicitados en cualquiera fuere el país extranjero, lo hará conocer e informará de la solicitud, a las autoridades policiales del país en cuestión.
Por tanto, salvo prueba en contrario, quedan claros dos asuntos: a) Interpol no tiene funcionarios propios delegados en Venezuela; b) Interpol no tiene autoridad alguna en Venezuela para la gestión y ejecución material de la orden de detención dictada por el “… juez español de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco…”.
En consecuencia sólo y exclusivamente será una u otra fuere la organización policial venezolana la que pueda ejecutar la detención de los solicitados o requeridos delincuentes de la Audiencia Nacional de España; queda por tanto descartada toda posibilidad material de la idea comentada en el editorial: “… la Interpol va a actuar a pedido del juez y procederá a la orden de captura contra los etarras que viven aquí, como Arturo Cubillas, nacionalizado venezolano, y contra el narcoguerrillero Rodrigo Granda…”.
Ningún jefe policial pondrá en peligro su posición y las prebendas de las cuales ha disfrutado y disfruta los quince, los últimos y en algunas otras fechas y como premio a su devoción; en todo caso, los organismos policiales venezolanos, cualquiera fuere el órgano de adscripción, actuarán sólo y exclusivamente por expresa disposición de las autoridades políticas.
En otros términos, diría el refranero venezolano: “… Deseos no preñan…”

Venezuela: Política de las Drogas, o las drogas en política

El imperio de la industria de la ilegalidad se impone sobre el territorio

Política de las drogas, o las drogas en política

Rafael Rivero Muñoz

Caracas 230310

“… A las dictaduras les pasa lo que a las bicicletas; si se paran, se caen…”

Maruja Torres (1943-?)

Frente a los derivados políticos, sociales, económicos y éticos de algunas trascendentes decisiones de gobierno, por años hemos insistido en lo difícil que viene resultando cada vez más, distinguir y separar nítidamente y con claridad, cuándo se trata de una decisión propia a los intereses particulares de los delincuentes en ejercicio de funciones de gobierno, o cuándo, en otra circunstancia –variante parecida mas no igual– se trata de la inclusión de múltiples y variadas determinantes del mundo de la ilegalidad, de los delincuentes y de la impunidad, en la preparación, en la toma y en la ejecución de las decisiones de gobierno.

Dos formas de expresión o modalidades han de ser distinguidas a los efectos de la comprensión, análisis y atención de esta particular política.

Primera modalidad

Como hemos aclarado en múltiples notas anteriores, se trata de las decisiones directas de encumbrados delincuentes quienes –electos o selectos– en el ejercicio directo de altos cargos de gobierno y en función y beneficio de sus limitados y particulares intereses, disponen a su albedrío de la maquinaria y de los mecanismos regulares del Estado.

Ello, tanto para garantizar la fluidez financiera de sus “negocios” regulares y/o relancinos, como para, por una parte, sacar expeditivamente de circulación a reales o potenciales competidores, como por la otra, para neutralizar o liquidar a cualquiera fuere aquel quien, por su hacer y/o decir, comprometa la dinámica, la vigencia y la consistencia de sus “ventajas comparativas”, y en ello, como la medida más efectiva y directa, se asume el sicariato judicial o judicialización de la respuesta.

No han quedado ni quedan nunca excluidas en las respuestas de este conocido desempeño criminal desde posiciones de gobierno y en una u otra fuere la circunstancia –especialmente cuando ésta se percibe severa o de riesgo en curso o de peligro inminente– los asesinatos, los secuestros y las desapariciones. Ejemplos sobran.

Segunda modalidad

Aun cuando pudieren tener similares o parecidos desempeños en y desde el funcionariado del Estado y hasta posiblemente los mimos resultados, en este caso los delincuentes no están en el ejercicio directo de posiciones de gobierno sino que, negocian e imponen las particularidades de sus intereses por personas interpuestas y bajo su control, a ese tenor, los funcionarios electos y selectos para el ejercicio de los cargos públicos en los distintos poderes del Estado, a quienes pagan jugosos dividendos en moneda fuerte y en cuentas dentro y fuera del país, a la vez que les controlan estrechamente mediando la explotación, exaltación y adulación de sus debilidades, y en los extremos, mediante la extorsión y las amenazas directas.

Este es el caso específico de lo que en los primeros años de la década de los cincuenta fue identificado y definido en los Estados Unidos como: El Crimen Organizado. Una de sus más publicitadas y conocidas expresiones, la Mafia o la Cosa Nostra.

El sui generis caso Venezuela

Cuando desde la perspectiva adoptada tomamos como referencia ejemplarizante las actividades de Ramón Emilio Rodríguez Chacín, deberemos aceptar entonces la existencia de una tercera modalidad, cuando el delincuente en funciones públicas de mediano nivel impone la vigencia de sus particulares intereses y la de sus asociados en el negocio de las drogas, con la implementación y ejecución de un plan de trabajo de mediano y largo plazo: La construcción del Corredor Seguro de las Drogas.

Así, como funcionario subalterno, inicia sus actividades con las primeras pruebas de campo (Masacre de Cantaura octubre 1982; Masacre de Yumare, Mayo de 1986); las reinicia ya sobre el área geográfica de preciso interés con la Masacre de Isla de Charo (enero 1988) a la cual le siguen cinco masacres más (Los Amparitos) hasta culminar en octubre de 1988 con una séptima y la de mayor relevancia periodística, la Masacre del Amparo; escándalo político que condujo a la eliminación del creado a los efectos citados: Comando Específico José Antonio Páez (Cejap).

A pesar de la causa penal incoada en contra de Ramón Emilio Rodríguez Chacín y la medida judicial de detención dictad por el Juez Militar Ángel Edesio Zambrano Chaparro, esa decisión judicial jamás fue ejecutada, antes por el contrario, por instrucciones precisas emitidas desde Miraflores por Jaime Lusinchi, el juez fue despojado de la causa y enviada a una instancia sujeta al control, hasta que murió el interés y se cierra el caso en la jurisdicción nacional, más no así en la internacional.

Premiado

En todo caso, el citado potenciado delincuente regresa a gobierno y para 2002 ya ejerce el cargo público más importante en materia de seguridad en Venezuela: Ministro de Relaciones Interiores.

Desde esa posición, coordina las acciones de los grupos oficiales y para oficiales que enfrentan las manifestaciones públicas del 11 de abril 2002, y por vía telefónica giraba las instrucciones a los francotiradores ubicados en las azoteas de los edificios aledaños al Palacio de Miraflores: La voz de “… bájame otra mano de cambur…” precedió a más de uno de los disparos realizados contra civiles desarmados. Diecinueve muertos y más de 300 heridos fue el saldo de esa fecha.

Aún así, ni juicio ni investigación y regresa de nuevo al mismo cargo de ministro, hasta el día en que se entera que los norteamericanos dispusieron la congelación de los fondos financieros y de sus propiedades en los Estados Unidos por sus vínculos con las FARC y las drogas, situación que al producirle un llamado espasmo cerebral, le obliga a renunciar.

La sucesión

Deja sin embargo en el cargo del Ministerio, la garantía de continuidad en su esfuerzo delictual iniciado en 1982 y en beneficio propio y de sus asociados de las FARC, a su leal subalterno de los últimos años y jefe de seguridad pública, Tarek El Aissami, actual Ministro del Poder Popular para Interiores y Justicia.

Con el ejemplo de Ramón Emilio Rodríguez Chacín podemos observar la vigencia de las dos modalidades distinguidas y hasta la existencia de una tercera o derivada: Una adaptada combinación de ambas modalidades.

Esa tercera variante que hace de Venezuela en el terreno del estudio, del análisis, de la comprensión y, sobre todo, de la atención del delitos, de los delincuentes y de sus nexos con la política, un caso realmente sui generis.

Si queremos un caso típico de la segunda modalidad definida, ese que alguno denominan por comodidad –o por aquello de que … a nadie le gusta pensar, le gusta que le den todo pensado… (A. Hitler dixit)– Crimen Organizado, pero que nosotros denominamos Industria de la Ilegalidad, basta con recordar y observan al detalle las incidencias del reciente caso criminal donde se identifica a Ricardo Fernández Barrueco alias Ricardo X como el responsable directo; sujeto hoy supuestamente detenido y cuyas empresas y propiedades, al parecer y en medio del zafarrancho, han sido ya distribuidas entre algunos fieles al gobierno, ministros en especial.

Frente a esto qué

En dos décadas, el silencio, la tolerancia y hasta la complicidad de quienes desde el terreno y en función de la política, deberían ser los abanderados en la lucha contra la ilegalidad.

Ello, si al menos tomamos como válido el criterio que aunque eventualmente pudiere ser muy estudiado y del dominio de los políticos venezolanos en gobierno y oposición, y hasta muy citado por algunos, poca o ninguna expresión material ha tenido y tiene en la práctica diaria de estos políticos.

"... El hombre perfeccionado es el mejor de los animales, pero si se separa de la ley y de la justicia es el peor de todos; ya que la injusticia poderosa es la más peligrosa, y el hombre está equipado con armas desde su nacimiento, que deben ser utilizadas con inteligencia y virtud, pero pueden utilizarse para los peores fines... Si no tiene virtud es el más salvaje de los animales, el más lleno de lujuria y gula…" (Aristóteles, Política, 1253 AC)

¿Y el ciudadano qué?

Quizás una de las más determinantes y consistentes improntas; esas heredadas habituaciones individuales y colectivas derivadas de aquel tan nombrado Pacto de Punto Fijo, citado éste con precisión quirúrgica por Juan Carlos Rey como el Sistema de Conciliación de Élites, y que imperó durante cuatro décadas en Venezuela (1958/1998), haya sido lo que ayer y hoy hemos podido y podemos presenciar y evidenciar sin mucho esfuerzo: La domesticación del ciudadano.

Y un ciudadano domesticado, domeñado, desde nuestra particular óptica y salvo criterio o prueba en contrario en la voz y pluma de los conocidos expertos y estudiosos del tema, no existe; más aún, no puede existir.

Un morador, no es un ciudadano

En el caso del ciudadano sometido, reducido, rendido, avasallado o sujetado definitivamente por su propia voluntad, a lo sumo, la existencia del ser humano se resume a ser un simple morador de un territorio; no tiene otra forma de ser definido y de ser reconocido por los otros, dentro y fuera de su territorio.

Allí, en esa ya habitual entrega, en esa sumisión, abandono, comodidad y hasta cobardía en algunos casos de quienes pretendiendo ser reconocidos como ciudadanos pero no se atreven al ejercicio pleno y cabal de esa condición; allí, precisamente, radica el asiento, la consolidación y la solidificación de los lodos revolucionarios derivados de aquellas aguas puntofijistas.

Es propio de moradores de un territorio, la reacción de sumisión ante no importa cual fuere el tipo de violación a sus derechos como ser humano y por parte de los funcionarios del Estado.

Esa sumisión obliga entonces a hacer pública la entrega, hacer en silencio el paquete o la maleta con lo que necesitará en el calabozo, sin resistencia ni comentario alguno en contrario. Luego, a someterse una y otra vez a los vejámenes derivados de una y otra suspensión de audiencias; a ser esposado y trasladado en jaulas a los tribunales, y más aún, por vía directa e indirecta, a reconocer públicamente el buen trato del cual fuere o es objeto en una y otra instancia u oficina de gobierno.

Y esa sumisión en definitiva, siendo la más denigrante de la condición humana, es también la más aberrante de las conductas.

Es también, valga la acotación, la más ejemplarizante tanto en beneficio del gobierno que con ello incrementa sus capacidades para el ejercicio del terror sobre la población, como para el resto de los moradores del territorio a quienes en vivo se les hace ver la realidad en la que viven.

Existe sin embargo un pero, como todo en Venezuela.

También la buscada, programada, aceptada y sostenida pública sumisión, pudiere en algunos casos ser un arma en un amplio y versátil arsenal; la búsqueda de una actualización de imagen por una vía expresa hacia la victimización y derivado de ello, algunos beneficios políticos de algún tipo. En algunos casos y en la política venezolana, nunca se sabe.

Conclusión

Consecuencialmente, hoy en Venezuela, luego ya de más de dos décadas de implantación y consolidación de las “ventajas comparativas” del más rentable de los negocios de la Industria de la Ilegalidad y ante la política de las drogas o su variante, las drogas en la política, y puestos unos u otros ciudadanos frente a la acción y el ataque directo de los propulsores, promotores y beneficiarios del negocio de las drogas, sea cual fuere su materialidad, y más si fuere ésta en su expresión del ámbito de una pretendida justicia, no queda sino una excluyente alternativa para quien pretenda asumir, ser asumido y reconocido como ciudadano: La rebeldía.

Thursday, March 18, 2010

VENDIÓ EL SOFÁ

Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 240704

La sociedad venezolana se debate en estos últimos días previos al RR entre lo cómico, lo ridículo, lo serio y lo trágico; variantes todas de expresiones políticas para todos los gustos.

De cada una de esas expresiones tiene la explicación e información oficial emitida por los conspicuos representantes del gobierno sobre el robo o desaparición de 2.450 kilos de explosivos plásticos, 70 granadas fragmentarias, 5.700 detonadores y 20 mil kilos de químicos. Químicos que regularmente usan los traficantes para refinar droga y los terroristas para aumentar las capacidades destructivas de los mortíferos artefactos explosivos que diseñan, colocan y detonan a su voluntad.

El gobierno ha declarado y confesado oficialmente que ha perdido el control sobre más de 23.000 kilos de componentes explosivos militares; que aún cuando pueda exhibir ahora la recuperación de una u otra pieza, de uno u otro kilo, permanece fuera de su control suficiente capacidad de explosivos dispuestos para ejecutar, a voluntad de quién sabe quién y en qué momento, cualquiera sea el acto o los actos terroristas que se les antoje; bien sea una serie continuada e individualizada de ataques sobre precisos blancos seleccionados; sea un acto que pretenda imitar el del World Trade Center, las Torres Gemelas en New York el 11 septiembre; bien sea una combinación de ambos.

Cómico
Un viejo y desabrido chiste alemán refería la rápida reacción de Franz ante lo que su amigo Fritz le contó haber visto: “... He visto ya varias veces a tu mujer retozando desnuda en el sofá con tu vecino del piso de arriba...”. En un arranque de ira ante la ofensa, Franz tomó una importante y definitiva decisión: sacó el sofá de su casa y lo vendió. Así, serruchó los “cachos” que le adornaban la frente y lavó la humillación.

Evidentemente, como no somos alemanes, asistimos a una variante de esta modélica reacción de Franz. Ante la serie de robos continuados del cual ha sido objeto el Centro de Distribución de Materiales de Guerra Nª 1 de la FAN ubicado en Puerto Cabello, Carabobo (CEDEIMAGUE), por orden expresa del presidente y del ministro de Interior y Justicia, el almacén fue vaciado y los químicos y explosivos que quedaban –si es que quedaban– fueron trasladados al Fuerte Tiuna[1]. Es decir, el Ejecutivo tomó una rápida decisión: vendió el sofá. Como suele suceder con mayor frecuencia de la que pensamos, el “cornudo”, a pesar de las visibles protuberancias que adornan su frente, es el último que se entera de los cuernos.

¿Qué fue eso que impuso tan cornuda, ejecutiva y expedita decisión sobre el específico almacén de recursos militares para la guerra?

1. En noviembre de 2002, nadie sabe cómo, desaparecen del almacén 70 granadas fragmentarias.

2. En abril de este año, desaparecen 20 toneladas (20 mil kilos) de permanganato de potasio[2].

3. En julio de este año, se detecta el robo de:

a. Un primer lote de 60 kilos de explosivo C4[3]

b. 180 a 200 detonadores

c. Un segundo lote de 20 kilos de C4

d. Un tercer lote de 20 kilos de C4

4. El 23 de julio decomisan en una finca en Cagua estado Aragua, 94 cajas conteniendo 2.250 kilos de Cordón Detonante[4]. Según lo expresan los efectivos que realizaron la operación, este material fue robado, no se sabe cuándo, de los mismos almacenes del CEDEIMAGUE

5. En la misma operación se decomisan 5.500 detonadores eléctricos[5].

Ridículo
Pretender que dado el momento y circunstancias políticas en juego, la opinión pública se corte con esa hojilla de cartón y pueda aceptar como válida la explicación que de inmediato escuchamos en boca de representantes del Ejecutivo que se resume a un solo criterio para la manipulación y evasión de responsabilidades: La oposición se está equipando para impedir o desconocer los resultados del RR.

Sin entrar en muchos detalles sobre tal afirmación que nos desviaría la atención que debemos prestar al hecho o cadena de hechos que han conducido al gobierno a dar y evidenciar una de las más dramáticas muestras de su absoluta incapacidad, hasta perder, sea por obra de su incompetencia en un extremo, sea por obra de su voluntad en el otro, el control oficial sobre un cargamento de explosivos de casi 23.000 kilos, caben preguntas directas:

¿En tiempos de paz o de conflicto armado, una santabárbara, fortín o depósito para explosivos, munición e implementos de guerra de una fuerza militar, es o no una instalación sujeta a especiales medidas de seguridad?

¿Por tanto está o no sujeta a las condiciones previstas para una de esas recientemente definidas Zonas de Seguridad?

¿Quién es entonces el responsable directo de lo que en ese depósito suceda o deje de suceder?

¿La responsabilidad sobre esas instalaciones y su seguridad, como toda responsabilidad administrativa, contempla dos extremos de una misma ecuación: el hacer y el dejar de hacer; la acción y la omisión por parte de oficiales generales, oficiales superiores, oficiales de línea y de personal subalterno?

Negligencia, incompetencia, complicidad, autoría material o autoría intelectual son variantes de una misma causa que en este caso tuvo un derivado efecto: la desaparición o el robo de materiales sujetos a condiciones de seguridad y manejo muy especiales y expresamente regulados tanto por normas internas como por tratados internacionales:

¿Quién designó el Jefe del Almacén?

¿Quién y cuándo, como superior, supervisó en un lapso no menor de un año las actividades, ingresos y egresos de materiales?

¿Cuándo y quién realizó la última inspección y contabilizó existencias y flujo de almacén?

¿Cuál fue resultado documentado, de todas y cada una de esas supervisiones?;

¿Cómo es que en nueve meses de actividades en una instalación militar de ese tipo no pudo detectarse a tiempo la secuencia de eventos, operaciones o acciones que condujeron a la ejecución de las complejas operaciones que requerían, además de acceso al almacén e insumos, mano de obra para caletear bidones, cajas y receptáculos de explosivos y detonantes; que además requirió del uso de equipo de transporte para el acarreo y desplazamiento de un material que en peso significan más de 23 mil kilos, y no hablemos del volumen?

¿Cómo y por qué, una vez conocido el extravío de un primer lote de explosivos en noviembre del año pasado, hace nueve meses, no se implementaron medidas extraordinarias de seguridad y control de insumos y de tráfico –ingreso y egreso de personal, vehículos y materiales– en las instalaciones del almacén?

¿No es responsabilidad que asumen cuando se juramentan al cargo los ministros, integrantes de Estado Mayor, comandantes de unidades militares, comandantes de regiones militares, jefes de unidades militares, la selección de las capacidades y habilidades del personal destinado a la custodia de los bienes de la nación; más cuando tales bienes se refieren a equipos e insumos bélicos, entre los que se cuentan los materiales explosivos?

¿Ministros, Estado Mayor y Comandantes de unidades administrativas, asumen y toman disposiciones reglamentarias en contra de los ciudadanos legalmente tenedores de armas individuales para su defensa ante los delincuentes, pero no se ocupan en lo absoluto de hacer vigilar, controlar y supervisar desempeños de sus subalternos en la custodia de más de 23.000 kilos de explosivos de los cuales son, a la cúspide de una pirámide de mando y conducción, directamente responsables?

¿Hablamos de incompetencia o al contrario, estamos en presencia de complicidad absoluta?

No es posible entender este desempeño oficial en una instalación militar de ese tipo, si en este momento ya lleva preso el general Alfonso Martínez más de un año por el supuesto delito de haber dado un discurso en una supuesta zona de seguridad, y ante la posibilidad de que su arenga haya podido ser escuchada al interior de la instalación militar que se encontraba a no menos de cien metros del lugar donde se dirigía a sus oyentes; asunto que está por ser dilucidado por un experto o perito quién, una vez visto y escuchado el video en la audiencia preliminar, la próxima semana determinará si el torrente de voz del general pudo haber perturbado, herido o lesionado la sensibilidad moral y material de los oficiales y efectivos que estaban al interior de las instalaciones militares.

Serio
Baste para comprender la magnitud del hecho del cual somos testigos, recurrir a las abiertas posibilidades que están en las manos y la voluntad de quienes tienen ahora bajo su control esa enorme cantidad de explosivos y de la derivada capacidad de demolición.

En la más ligth de las posibilidades, estaríamos en presencia de un negocio de explosivos y químicos destinados a ser canjeados por dólares con las mafias o los grupos alzados en armas en el vecino país. Explosivos, detonantes y químicos tienen dos caminos o destinos, logística para la ejecución de actos de terrorismo dentro o fuera de nuestras fronteras; logística para la refinación de cocaína. Quieran las circunstancias que estos fueran los exclusivos objetivos perseguidos por quienes impunemente entran y salen a su libre arbitrio de los almacenes de explosivos militares en Venezuela; el grave problema de seguridad derivado de ello afectará a otros en otros lugares; así lo estiman los autores de estos robos

Pero existen otras posibilidades mucho más graves puesto que se trata de que, el terrorismo serio, el de verdad, el masificador mortífero que no distingue entre inocentes y beligerantes y que produjo las grandes expresiones de alegría, de celebración y de fiesta en la jefe de las Madres de Mayo H. Bonafini, luego del colapso de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 en New York, pareciera, tiene previsto en su programa de acción, una dramática entrada en la escena política y social venezolana.

Atenidos exclusivamente a la enorme capacidad de demolición que el gobierno con su fatuidad, incompetencia o complicidad puso en manos de cualquiera sea la individualidad o colectivo del cual se trate, hagamos un ejercicio especulativo y veamos tres de los tantos específicos potenciales objetivos de esa dramática entrada en la escena política por parte del terrorismo en Venezuela.

Los criterios pueden ser aplicados a voluntad a cualquiera sea otro el complejo de edificaciones, instalaciones petroleras, complejos industriales, habitacionales o de oficinas públicas o privadas o áreas físicas donde se concentren o no regular o esporádicamente grandes masas de seres humanos.

Torres del Parque Central
Para todos es conocido la ausencia total de cualquiera sea lo que podamos concebir, definir o ver como un programa de seguridad física de instalaciones.
i. No existe control alguno para el acceso a cualquiera sea el área de las instalaciones de ese complejo de edificios.

Parque Central cuenta con no menos de cuatro sótanos donde no existe en lo absoluto ningún medio que permita conocer quién entra, quién sale, qué entra y qué sale, cuándo y cómo.
i. El último sótano, por el nivel freático, además de permanecer abandonado sin que nadie supervise el área, cada vez que llueve debe ser descargado de enorme cantidad de agua.

La estructura de cada una de las torres, por su altura y el nivel freático sobre el cual están construidas –viene a ser casi única–, está asentada sobre lo que se denomina en ingeniería una macrolosa flotante de fundación, sobre la cual se soporta todo el complejo de pórticos con columnas pretensadas con luces no mayores a diez metros y con una carga sobre cada columna no menor a las 5.000 toneladas a nivel de columnas centrales del último sótano.
i. Cada 10 u 11 pisos de la edificación, una macrolosa cumple las labores previstas en el diseño arquitectónico y de equilibrio de cargas.

Significa en términos prácticos que:
i. Cualquier desequilibrio de cargas, producido por fuerzas externas, (explosivas) que se ocasione sobre una cualquiera de estas columnas conduce a un inevitable colapso de apoyo; la desvinculación produciría corrimientos y desplazamientos tratando de auto reordenarse las cargas la estructura, desde el momento en que la luz prevista de diez metros entre cada columna pasaría a ser de 20 metros, al suprimir una de ellas por efecto de voladura o explosión.

ii. Todo el modelo de vinculación afectado por el daño de una columna desaparece creando un desequilibrio dinámico, que si bien no pudiera afirmarse derrumbaría el edificio de inmediato, también es cierto que aunque no sucediera ello en ese momento, el edificio o torre afectada quedaría absolutamente inutilizada y deberá en el inmediato ser demolida.

iii. Luego de tal evento, por medidas de seguridad en la preservación de vidas humanas, una superficie no menor de 500 metros de radio alrededor (360º), tomando como centro la edificación afectada, deberá ser inmediatamente evacuada de toda vida humana ante la manifiesta posibilidad de un colapso de estructura.

iv. Aún cuando la torre gemela pudiere no haber sido directamente afectada por el daño de una columna en su vecina, por razones obvias también quedaría afectada en similares condiciones.

Hipódromo La Rinconada
La tribuna techada es una estructura de concreto cuyo principal soporte lo constituyen los elementos sometidos a tensiones de flexo-tracción que se encuentran en su extremo exterior más bajo en la frontera límite de la edificación.
Al igual que en el caso anterior, ningún programa o sistema de seguridad ha sido previsto o funciona en el área y a los fines que comentamos.
Uno solo de estos elementos que por algún medio sea voluntariamente debilitada por voladura o explosión producirá un desequilibrio de tensiones que al desplazar cargas hacia las otras produciría el mismo juego de dinámicas circunstancias comentados en el caso anterior, y el desplome de todo el techo sobre el público asistente a uno cualquiera de los eventos que allí se realizan.
Plazas de toros, teatros, complejos de edificaciones deportivas, de oficinas o habitacionales.
En este caso el objetivo perseguido por los terroristas es doble, no sería tanto el colapso de una estructura sino de una parte y la búsqueda de víctimas inocentes en masa dentro del público asistente a una cualquiera actividad que se desarrolle en sus instalaciones.
El objetivo del terrorismo es, como ha quedado demostrado en todos y cada uno de los actos al cual podamos referir, es el hombre común, inocente y desprevenido.

Trágico
¿Quién usa este tipo de explosivos? Las fuerzas militares, excepcionalmente la industria de la minería y regularmente las individualidades o colectivos terroristas.

¿Para qué se usa? Para la demolición de estructuras de concreto y hierro[6]. Para actos de terrorismo mediante el uso de potentes explosivos. Timothy Mc Veigh, terrorista en solitario, para volar la fachada completa del edificio federal Alfred E. Murrah en Oklahoma el 19 de abril de 1995, donde murieron como resultado de la explosión 168 americanos –incluyendo a un número de niños pequeños que asistían a un centro de cuidado diurno que estaba ubicado en el mismo edificio–, utilizó un camión cargado con una mezcla de gasoil con fertilizantes y una pequeña bomba que actuó como desencadenador de la reacción. En Madrid en el atentado ferroviario del 11 de marzo de este año, perpetrado por un grupo terrorista de más de diez integrantes y con el uso de Goma 4 –explosivo de uso regular de la ETA–, con un saldo de 200 muertos y 1.467 heridos. Febrero de 2003 atentado contra un club en Bogotá 37 muerto 200 heridos; julio de 1996 atentado explosivo contra la sede de AMIA en Argentina.

¿Dónde? No hay espacio para mencionar el sin número de actos terroristas ejecutados mediante la detonación de explosivos; baste recordar que en Venezuela ya han sido varias las acciones terroristas, entre ellas ataques a la Embajada de Colombia, a la legación de España; antes, lo que se dio por llamar el terrorismo financiero de Ramiro Helmeyer y su combo. En el año 2003 “... 13 atentados terroristas han sido comprobados y en la mayoría de los casos han habido explosiones...”[7]. Debe recordarse también que en estos actos terroristas en Venezuela, la conducta pusilánime de fiscales, de jueces y de policías, y de todos aquellos quienes por sobre ellos –representantes en todos los poderes públicos– tienen la obligación de imponer la ley y hacer que se condenen a severas pena a los responsables, anulan la acción del Estado, no existe una verdadera investigación criminal de cada acto terrorista ni ningún terrorista está pagando condena por sus actos.

¿Para qué? Para producir miedo, terror que inhiba toda reacción posible en una población sea ante los abusos de poder o sea en función de llegar al poder o de mantenerse en el poder y dominar sin trabas sobre esa población aterrada.

¿Quién lo puede usar? Cualquiera, en cualquier momento, en cualquier área física o lugar, en edificaciones, puentes, túneles, sótanos, pozos petroleros, represas. Cualquier lugar que se nos pueda ocurrir; no hay límites para la calidad de criminales dispuestos a aplicar medios terroristas en cualquier instalación plena o vacía de seres humanos y en función de sus fines políticos o crematísticos. Si bien la planificación de un acto terrorista con explosivos pudiere requerir el saber de ingenieros o expertos en demoliciones, la colocación y disposición de cargas, no requiere de experiencia o grandes dotes técnicas.

Las otras variables...
Hasta ahora hemos discernido el asunto contemplando en exclusivo el problema político y de seguridad interno, mas cuando se trata de terrorismo y más en las circunstancias que están en el juego de esta pretendida revolución continental que ambiciona capitanear el Tcnel. Hugo Rafael Chávez Frías como heredero en vida designado por el propio Fidel Castro, el asunto trasciende fronteras y las decisiones en ese orden no están exclusiva y precisamente en manos del fracasado golpista; otros operadores expresa y especialmente interesados, entran en el juego de variables a ser contempladas.

La tan mencionada revolución latinoamericana en su expresión guerra contra el imperialismo, fase que según afirma públicamente el propio Chávez es por la que transitamos en este momento, no es en concepción, idea, planes y objetivos obra de Chávez, él es un segundón, un instrumento en manos de otros. Chávez sigue un programa que le ha sido impuesto; dentro de ese programa, su labor ha sido hasta ahora la de dar ese imperioso segundo y subsiguiente aire financiero al verdadero centro de decisiones en este complejo asunto.

Determinantes
En otros términos y tal como está planteado, para el verdadero líder de los más de cuarenta años de la fracasada revolución antiimperialista latinoamericana, la salida de la presidencia de Chávez, la pérdida del poder de la revolución en Venezuela, significará la absoluta y definitiva muerte de esa revolución puesto que no le queda por delante mucho tiempo de vida para volver a empezar de nuevo en un desempeño en ese orden. Por tanto, lo que está en juego en Venezuela es: con o sin RR, por todos los medios, evitar la caída y salida de Chávez del poder. No existen nuevas oportunidades a la vista.

Guerrilla colombiana, movimientos indigenistas, guerrilleros, mafias de la droga, del tráfico de armas y sus asociados, los operadores actuantes o “durmientes” vinculados a las redes terroristas de ultramar –llámense éstas ETA, IRA o movimientos islámicos– o alzados en armas o los dispuestos para la acción armada en sus países; la izquierda radical que aún ignora que el bloque soviético ya no existe y que el Muro de Belín cayó, que viven de la explotación de la miseria humana, del pobre y de la pobreza y, especialmente, chuleando a cuanto pretendido caudillo emerja en cualquier lugar del continente; son éstos otros de los interesados quienes dentro y fuera del territorio venezolano juegan a los mismos objetivos de la pretendida Revolución Antiimperialista y están dispuestos a cualquiera sea el medio a emplear para mantener la situación de ingobernabilidad en el territorio venezolano mientras a la vez lograr que el chorro de dólares petroleros venezolanos que les alimenta, continúe abierto, y dispensando las prebendas que con ellos obtienen en sus lugares de asentamiento.

Otro tanto deberemos considerar en cuanto al numeroso grupo de individualidades y colectivos, entre ellos, los invitados al Congreso Bolivariano de los Pueblos (Caracas 25 al 27 de noviembre 2003), quienes en nombre de la izquierda y de la revolución continental logran también subsidios económicos importantes, dispensados con holgura por Chávez, con lo que éste paga su apoyo y, especialmente, su silencio ante la probada incapacidad de la izquierda para gobernar, la corrupción, los abusos de poder y los crímenes que a diario, esa revolución que defienden y de la cual se alimentan sus arcas, comete en Venezuela[8].

Consecuencias en el inmediato
Bueno es recordar a todos y cada uno de los involucrados por acción u omisión en el robo de estos 23.000 kilos de explosivos, que a partir de este momento y para el futuro que les queda, será labor consistente de todos y cada uno de los servicios de seguridad en todos y cada uno de los países donde impera la ley, firmantes o no de los Tratados Contra el Terrorismo, por norma, disposición y medida ejecutiva de seguridad: la búsqueda, identificación, ubicación y seguimiento de todos y cada uno de los integrantes de la línea de mando responsable –por acción y omisión– de la custodia de los explosivos y de que éstos en esa cantidad estén en manos fuera del control del gobierno. Independiente del número de soles, estrellas o barras en charreteras o caponas o que luzcan en sus uniformes –incluidos los civiles que de una u otra forma pudieren estar referidos en el caso–, todos pasarán a formar parte de esa “selecta” lista de sospechosos colaboradores u operadores del terrorismo; indeseables a quienes no se les otorgará visas –y si la tienen, se les anulará– ni se les permitirá de ahora en adelante la entrada por sus puntos de frontera. Se lo merecen y se lo han ganado.


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[1] Nair Castillo, El Nacional viernes 230704, pág. B–19

[2] Se trata de un químico regularmente utilizado, entre otros, tanto para la refinación de cocaína (DEA, Informe. Washington, DC, 28 de marzo de 1996) y como ampliador de la capacidad destructiva de artefactos explosivos.

[3] El C4 es el explosivo plástico por excelencia. El explosivo plástico está especialmente diseñado para demoliciones desde el momento en que puede ser fácilmente moldeado para su más eficiente capacidad de demolición en el corte de miembros estructurales y tiene excelente velocidad de detonación y densidad para el trabajo de corte de metales. La presentación regular del fabricante es en empaques individualizados en plástico rígido, una barra o lingote de color blanco mate, de consistencia dura aunque maleable, de unos 10 pulgadas de largo por 2 de alto y 2 de ancho, con un peso estandarizado de una libra (aprox. 465 gms.). Un kilo es por tanto es el equivalente a dos barras de C4; en consecuencia 100 kgs. de C4 son 200 barras de C4..

[4] Cordón Detonante se utiliza: como iniciador de todo tipo de explosivos para la formación de líneas troncales de superficie y como ramales descendentes de Cordón Detonante en los barrenos en voladuras secundarias, en explosiones subterráneas o a cielo abierto.

[5] Es el iniciador o detonador fabricado para la transmisión de la energía necesaria para la iniciación de la reacción del explosivos que están en el orden de los 7.000 m/seg

[6] Un cuarto de libra por metro cúbico de Anful, un explosivo mucho menos potente que el C4, bastaba a los ingenieros en El Gurí, para barrenar y desintegrar una roca dura.

[7] Globovisión Archivo 090703.

[8] Argentina: Asociación de Madres e la Plaza de Mayo, Federación Universitaria Argentina, Central de Trabajadores Argentinos, Asociación de Pequeña y Mediana Industria (Argentina), Stella Callóni, Movimiento Piqueteros Barrios de Pie, Corriente Nacional Patria Libre, Partido Comunista Argentino Izquierda Unida, Proyecto Emancipación, Red Eco Alternativo, universidad Popular de Madres de Plaza Mayo, Resumen Latinoamericano, Movimiento Independiente de Desocupados y Jubilados (Argentina), Foro Entrerriano de Lucha Contra el ALCA, Partido Comunista Congreso Extraordinario, Frente para el Cambio, Congreso Bolivariano de los Pueblos Junta Popular Morón y Junta Popular Córdoba, Partido Comunista Revolucionario, Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre Pueblos, Centro de Residentes Haitianos en Córdoba Argentina. Bolivia: Movimiento al Socialismo, Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia. Brasil: Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra, Central Única de Trabajadores, Partido de los Trabajadores, Secretaría de la Alianza Social Continental, Pastoral de la Tierra Tomás Balduino, Federación Democrática Internacional de Mujeres de Brasil: Partido Movimiento democrático Brasileño, Movimiento Revolucionario 8 de Octubre, Movimiento de Liberación sin Tierra Marcha Contra el Muro, Coordinadora Continental Bolivariana de Brasil. Chile: Fuerza Social Democrática, Miliwixan Mapú, La Surda, Partido Comunista de Chile, Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Coordinadora de Organizaciones Mapuches Arauco Mayeco, Partido Socialista de Izquierda, Agrupación de Mujeres de Izquierda, Plataforma Bolivariana, Confederación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos. Colombia: Polo Democrático Independiente, Frente Social y Político Bogotá, Frente Social y Político Corriente Social Bogotá, Sindicato de Trabajadores de Teléfonos, Federación de Trabajadores Petroleros Fedepetrol, Coordinadora Continental Bolivariana de Colombia, Asojuntas Usaquen, Cinespacio Bogotá, Red Palante Bogotá, Movimiento de Servicios Públicos Bogotá, Asociación Campesina de Arauca, Juventud Comunista, Prensa Local Rural, Cátedra Bolivariana Kanabo Bogotá, Cultura Activa Bogotá, Asociación de Amigos José Eliécer Gaitán, Unión Nacional de Empleados Bancarios de Bogotá, Partido Comunista de Colombia Frente Social y Político, Casa Caribe de Solidaridad con los Pueblos, Unión Nacional de Empleados bancarios, Revista Desde Abajo, Le Monde Diplomatique, Asociación nacional de desplazados de Colombia, Central Unitaria de Trabajadores de Colombia Sección Atlántico, Comité de Control Social, Organización Indígena de Colombia, Partido Obrero Troskista Posadista, Cátedra Bolivariana, Regeneración. Cuba: Central de Trabajadores de Cuba, Movimiento por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, Silvia Martínez Fuentes, Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, Africa y América latina, Centro de Estudios de América, Asociación para la Unidad de Nuestra América, Partido Comunista de Cuba, federación de Mujeres Cubanas, Comité de Defensa de la revolución, Unión Juvenil Comunista. Ecuador: Confederación Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino, Movimiento Popular Democrático, Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, Asamblea Permanente por los derechos Humanos, Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutic, Centro de Estudios Agustín Cueva, Coordinadora Continental Bolivariana de Ecuador, Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, Confederación de Pueblos de Nacionalidad Kichwa del Ecuador. El Salvador: Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Red de Solidaridad Bolivariana, Iglesia Luterana Comunidades de Fe y Vida Bloque Popular Social. Costa Rica: Encuentro Popular. Haití: Organización Pueblo en Lucha. Guatemala: Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, Alianza Nueva Nación. Panamá: Fundación Casa Azul. Honduras: Unificación Democrática, Vía Campesina, Partido Revolucionario Democrático, Fundación Omar Torrijos. Nicaragua: Frente Sandinista de Liberación, Asociación de Trabajadores del Campo. República Dominicana: Rogelio Cruz, Radares García, Consejo Nacional de Trabajadores, Partido de la Liberación Dominicana, Coordinadora Continental Bolivariana, Fuerza de la Revolución, Izquierda Unida,. Alianza por la Democracia. Puerto Rico: Congreso Nacional Hostosiano Nuevo Movimiento Independentista, Consejo nacional de Instituciones Culturales Autónomas, Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores, Comité del Puerto Rico de Solidaridad con los Pueblos de América Latina, Frente Socialista, Todo Puerto Rico con Viques, Coordinadora para la Confraternidad Caribeña y Latinoamericana, Comité de Solidaridad con Cuba de Puerto Rico, Rafael Cancel Miranda. México: Movimiento Mexicano Juarista Bolivariano, Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera, Movimiento Sindicalismo Revolucionario, Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Partido del Trabajo, Movimiento de Izquierda Social, Movimiento Nacional de la Juventud Mexicana, Centro Mexicano de Estudios Sociales, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Consejo Latinoamericano de Artes Visuales Sociedad Mexicana de Autores de Artes Plásticas, Coordinadora Continental Bolivariana, Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara, Asociación por la Unidad de Nuestra América de México, Movimiento Pueblo Mexicano. Paraguay: Partido Patria Libre, Corriente Sindical y Social, Movimiento Agrario y Popular, Casa de la Juventud. Perú: Confederación General de Trabajadores de Perú, Confederación Campesina de Perú, Frente Popular. Uruguay: Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, Cono Sur, Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, Alianza Progresista Frente Amplio, Democracia Avanzada Frente Amplio, Plenario Intersindical de los Trabajadores Convención Nacional de trabajadores, Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros Frente Amplio, Frente Amplio Encuentro Progresista. Referencia tomada de la Conferencia dictada en foros, junio de 2004, en Lisboa y Madrid por Mario Iván Carratú Molina.