Monday, July 26, 2010

Del cachaco las derrotas, frente al sucesor…


La finta de la adulancia


Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 280710

“… El arte más refinado de la guerra consiste en quebrar la resistencia del enemigo sin tener que combatirlo en el campo de batalla…”
Sun Tzu (Siglo V ADC)

Ya en nuestra nota anterior y despejando una supuesta incógnita, tratamos algunos particulares detalles sobre esta larga crónica de una derrota anunciada y hoy materializada en el mismo diario hacer y aparentar frente a las mismas pantallas de televisión seleccionadas en su momento, como medio para alimento y cultivo del ego y de paso transmitir –sin razonamiento, comedimiento, medida o límites alguno– los detalles y términos de uno y otro movimiento o finta del líder de una supuesta revolución.

“El Oráculo del Guerrero”


Ya lo estamos viendo, de nuevo en las actitudes y posturas propias a las sugeridas figuras y expresiones de ese libro que se confesó en su momento como de diaria consulta; como libro de cabecera.

Texto recibido como regalo –quizás un no tan sutil mensaje– de la esposa, hoy ex; libro muy citado y recomendado, de la moda y de los modos de aquellos momentos de los pomposos principios del gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías.

Hasta que, sorpresas para algunos; se perdió el libro, no se mencionó más, fin de las citas, fin de las recomendaciones, cuando Boris Izaguirre aclara públicamente por los medios de comunicación, que las ideas y los conceptos en el “El Oráculo del Guerrero”, han sido y son las propias y escrita por y para homosexuales.

Algunas expresiones públicas


Comienzan a hacerse presentes las ausencias en el entorno dentro y fuera de fronteras; vacíos en los antes colmados y hasta abarrotados auditorios; en los desesperos, en los estados taciturnos; en los de esotérica elevación o de cruda excitación; en la expresión y en el lenguaje corporal y sobre todo, en la articulada parafernalia de esas sucesivas, nocturnas o diurnas, Misas Negras dirigidas y en presencia de espiritistas, de babalaos, de santeros y para llevar adelante, según se entiende, las precisa recomendaciones de los paleros cubanos o haitianos.

Aderezado todo ello por las teatrales invocaciones seudo religiosas en los largos, repetitivos y pomposos discursos; ideas o expresiones que luego sintetizan los comisionados, en la pluma y sus “líneas”.

Lo esperábamos, mas no tan pronto

Baste el paneo situacional para percibir que si bien pudiésemos tener razón en nuestro planteamiento sobre el asunto, guardábamos un cierto comedimiento en la consideración del momento o fecha en que los primeros estertores de una nueva derrota se hicieren presentes en la conducta, actitud, voz y pluma oficial del “Héroe del Museo Militar” (1992).

Ya son públicas las reacciones y no han pasado aún siquiera cien horas desde el momento en que el Embajador Luis Alfonso Hoyos (jueves 220710, a noventa minutos de iniciada su intervención, 12:00 del mediodía hora de Caracas), expusiera frente a los representantes de los gobiernos del continente americano –con la asistencia de algunos de otros continentes–, esos graves señalamiento sobre la presencia y la actividad bélica de contingentes y cuadros de comando de las FARC en territorio venezolano.

Honduras

Quizás pocos lo hayan percibido por lo precipitado del desarrollo de los acontecimientos de aquel hacer, por lo teatral y hasta lo fatuo del curso que tomaron en un momento dado los acontecimientos alrededor del asunto de Honduras, la aparentemente sorpresiva salida de Manuel Zelaya de la presidencia y de ese país.

Sorpresiva para algunos, no para Manuel Zelaya y su combo, puesto que ya habían requisado días antes buena parte de los fondos líquidos en la propia sede del Banco Central de Honduras.

Con aquella mise en éscene de una aparatosa ejecución, cuando Manuel Zelaya, luego de varios fracasados intentos apoyados por Venezuela, logra al fin entrar en el territorio y pretendiendo llegar a la sede la ONU, sólo alcanza a invadir la sede de la Embajada de Brasil.

Derrota contundente no sólo para Hugo Chávez Frías en su desesperado empeño por consolidar una “cabeza de playa” en Honduras.

Como quedaría luego evidenciado, un territorio de reaprovisionamiento de aeronaves, de centro de acopio de cargamentos y de base para el reenvió de la cocaína que se negocia y transporta desde Venezuela a los distintos mercados de consumo.

Difícil hoy poder negar la importancia de esa labor política, militar y de inteligencia, en impuesto y muy efectivo silencio, sin aspavientos alguno, pero certeramente efectiva en la voluntad y en el desempeño de varios gobiernos, entre ellos el de Colombia, en la articulación de esa derrota política y militar inflingida a Hugo Chávez Frías en Honduras.

El cachaco lo derrotó

De acuerdo con la escritora colombiana Flor María Rodríguez-Arenas: “… en las revueltas de 1830, los jóvenes y en particular los estudiantes, tomaron una parte activa en defensa de las leyes ultrajadas y de la oprimida libertad…”
“… A ellos los serviles y los monarquistas los denominaron cachacos, por vía del desdén y menosprecio…”

Y el desdén y el menosprecio, propio de la ignorancia, de la ausencia de una idea clara, de un concepto preciso y de un sentido de la función de Estado, obnubiló la perspectiva para Hugo Chávez Frías, su equipo de gobierno y sus asesores, espiritistas, santeros, babalaos y paleros incluidos.

Tanto, como para que, desde su misma perspectiva y expresiones adoptadas, un cachaco le presentara batalla en uno y otro frente y en todas y cada una de las oportunidades, le y les infligiera una tras otra, derrota tras derrota.

Disfruta sus lujos


Más aún, ese cachaco se brinda el lujo de patearles el trasero a su antojo cuando se informa oficialmente: “… El ministro colombiano de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, dijo que el presidente Álvaro Uribe ha dado instrucciones para venderle a los venezolanos ‘todo producto y servicio que necesiten’, incluido el gas natural a través del gasoducto binacional 'Antonio Ricaurte'…” (http://noticiascentro.com/noticias/detalle/4058).

Queda confirmada la posición del cachaco y aún después de su salida del poder, como ya lo comentamos, Álvaro Uribe Vélez le tiene otra derrota montada y programada para Hugo Chávez Frías.

Frente a ello y precisamente por ello, son las crudas realidades, las que se fabricaron en once años de desafueros y que han querido ocultar. que se quieren ignorar pero se imponen con todo el peso de su amplitud y magnitud y cuando nos enteramos de en qué estado está el juego: “… Si vamos a mover tropas, será en Metrobus…” (http://noticiascentro.com/noticias/detalle/4060)

Y de allí a una típica expresión del recule de un guapetón de barrios; una que bien lejos de aliviar las tensiones, calmar los ánimos, causan enorme pena y ofende con severidad a todos los venezolanos:

“… El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, se mostró esperanzado este domingo de recibir señales claras e inequívocas de una voluntad política y real del nuevo gobierno de Colombia… Así lo manifestó en su acostumbrada columna dominical, Las líneas de Chávez…” (http://www.globovision.com/news.php?nid=155996)

Esa expresión o mensaje teledirigido a Juan Manual Santos, un político mucho más frío y calculador que el victorioso cachaco.

El poder y el no poder


Afirmó en su momento el cientista político norteamericano, hijo de parlantes alemanes nacido en Praga y refugiado de la barbarie de Hitler y sus huestes en USA, Karl Wolfgang Deutsch (1912/1992): “… Poder implica nuestra capacidad para alterar los cambios que ya están en proceso y que seguirán adelante sin nuestra intervención…”.

Ya lo hemos afirmado –dentro y fuera de Colombia–, se equivoca quien haya pretendido y pretenda ver hoy en la relación institucional del presidente saliente Álvaro Uribe Vélez con su sucesor Juan Manuel Santos, disidencias o desacuerdos de fondo y que éstas tengan alguna influencia determinante en la continuidad de una política exterior y en la consecución de los objetivos de las políticas del Estado colombiano; políticas de la cual ambos, uno como jefe y el otro como subalterno, han sido los artífices tras el escritorio y los ejecutores sobre el terreno.

Paliza


Debería cuando menos aceptar la magnitud de las derrotas recibidas y percatarse que esa sutil pinza que se desplaza lentamente para exprimirle, está construida sobre sucesivas, acumuladas y sólidas derrotas.

Y si esa aterradora compresión que se aproxima, si bien pudieren ser paliadas o sobrellevadas cabalgando sobre una y otra finta de adulancia, éstas no son garantía alguna de nada y en una próxima oportunidad, la “rodilla en tierra” no será voluntaria sino obligada, en lo absoluto frente al sarcófago donde reposan los “huesos sagrados”, tampoco para empuñar un Kalashnikov AK103, será para ejecutar una venia o reverencia.

La pública y gráfica demostración de otra mucho más humillante y definitiva derrota.

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