Sunday, July 29, 2012

Sociedad de criminales reorganiza la inseguridad



Indispensables son estos ajustes políticos coronados por sus apresuradas normativas
Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 050712
  • “… Lo arbitrario no sólo es funesto cuando se utiliza para el crimen. Empleado contra el crimen, también es peligroso…”
Henri-Benjamin Constant de Rebecque (1767-1830)


La reciente designación del ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), mayor general Hugo Armando Carvajal Barrios, alias “El Pollo Carvajal” –quien estaba desaparecido y en congelador hasta ahora–, nos obliga de nuevo a abordar algunos otros detalles en esto de las decisiones de Estado frente a la creciente inseguridad y que, en secuencia, una tras otra decisión, se perciben ya como improvisaciones o varianzas en el sempiterno “… se me ocurre…”; marca de fábrica que dicta la ignorancia en el tema y distingue al líder de la revolución, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías.
A continuación cómo el derivado de una combinación de incompetencias, cobardías, oportunismos y complicidades alimentadas sobre la perspectiva de corto y mediano plazo en el ámbito político, jurídico y militar del alto gobierno revolucionario, edificaron y sustentaron la impunidad como determinante de la inseguridad como política de Estado, cimentando y consolidando en menos de catorce años, las sólidas bases y columnas sobre las que se impone y se cobija el crimen.
Y sobre esa pensada estructura y articulación política, hoy se atornilla el largo plazo del más relancino y rentable de todos los negocios en Venezuela: el tráfico de cocaína.
Tanto, que en términos económicos y luego de la paulatina destrucción del aparato productivo y de la principal empresa exportadora venezolana, la incorporación –por la puerta principal o la de atrás– al Mercosur, tendrá en Venezuela como uno de los rubros de exportación más importante para los emergentes mercados, la entrada clandestina, el depósito y el embarque de la incrementada producción de cocaína; como se sabe, la principal industria para el financiamiento de las FARC.
Sea de los Soles sea de los Faraones
Con la designación del mayor general Hugo Armando Carvajal Barrios, alias “El Pollo Carvajal”, ex jefe del DIM, como vice ministro de Interior y en el área de un llamado Sistema Integrado de Investigación Penal, adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, se complementa toda una estructura de cuadros superiores que no por casualidad, han sido señalados por sus vínculos tanto con las FARC como con su principal mecanismo para el financiamiento de sus actividades terroristas: producción y tráfico de cocaína por el territorio de Venezuela.
Como jefe del Sistema Integrado de Investigación Penal, adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, no investigará Hugo Armando Carvajal Barrios los asesinatos de sus subalternos Wilmer Antonio Moreno y Jesús Aguilarte Gámez, la misión es otra.
Recordemos que bajo las órdenes de Hugo Armando Carvajal Barrios, alias “El Pollo Carvajal”, estuvo por años el subdirector del DIM general Wilmer Antonio Moreno quien fuera asesinado en Tronconal 2 Anzoátegui el jueves 19/04/12 y quien había sido vinculado con ex gobernador de Apure, destituido y destacado en misión en Cuba, Jesús Aguilarte Gámez, baleado –el sábado 24/03/12 fallece el lunes 02/04/12– en Maracay y luego de su abrupto regreso de La Habana Cuba, donde había quedado evidenciada su vinculación con un T–62, un navío de transporte de la Marina de Venezuela que desapareció de la rada de Puerto Cabello y aparecería luego, amarrado a puerto en La Habana y con un cargamento de toneladas de cocaína en sus bodegas.
Son fichas ya conocidas:
  1. Hugo Armando Carvajal Barrios alias “El Pollo Carvajal”, vice ministro para el Sistema Integrado de Investigación Penal, MIJ
  2. Henry de Jesús Rangel Silva, ministro de la Defensa
  3. Nestor Luís Reverol Torres, vice ministro de seguridad ciudadana
  4. Clíver Alcalá Cordones, comandante de la Cuarta División y Guarnición Blindada de Maracay; con sus recién incorporados tanques rusos T72, la unidad militar con mayor poder de fuego.
  5. Ramón Emilio Rodríguez Chacín, presidente del Tribunal Disciplinario del partido de gobierno, PSUV y vicepresidente para la región Llanos Norte.
El resto en la lista publicada 
¿Quién tiene el poder?
Se percibe en estas decisiones un particular hecho, incontrovertible; a pesar de todas las manifestaciones y evidencias de una incompetencia, de la incapacidad técnica que ya no colinda sino que materializa la expresa complicidad del titular del MIJ, el principal responsable por la inseguridad Tareck Zaidán El Aissami Maddah como ministro, ha permanecido, permanece y pareciera, permanecerá en el cargo.
Incólume e inamovible desde la misma fecha de aquel publicitado “espasmo cerebral” de su antecesor y protector el capitán de navío (r) Ramón Emilio Rodríguez Chacín, quien lo seleccionó,  designó e impuso sobre Hugo Rafael Chávez Frías la conveniencia de su nombramiento el 08/09/08.
Ramón Emilio Rodríguez Chacín, el autor de las masacres con el CEJAP y creador del Corredor Seguro para la cocaína; vinculado desde los ochenta al negocio del tránsito, depósito y estibado de la cocaína para el mercado norteamericano y europeo y en este período revolucionario, bajo el título de “Rambo venezolano”, designado expresamente por Hugo Rafael Chávez Frías, enlace oficial con el secretariado de las FARC; negociador en los secuestro de Mely Carrero y Henry Boulton.
Hoy, agazapado y silencioso en su hacienda El Cristo en Barinas, ejerce como presidente del Tribunal Disciplinario del PSUV.
Son éstos los primeros pasos, muy firmes del narcotráfico en su larga, lenta pero muy segura y asegurada misión de sentar su influencia y poder en el Palacio de Miraflores.
Ritornello
Ante cada nuevo y consecutivo escándalo frente a la inseguridad y la impunidad, Miraflores no remueve al ministro; en los extremos, sólo le nombra uno y otro vice ministro o simplemente, desarticula algún brazo administrativo en el MIJ y funda nuevos ministerios como en el caso del ministerio para las cárceles, con Iris Varela a la cabeza.
Recientemente, nuevas acciones mediáticas; reforman leyes, entre otras, el cinco veces reformado COPP; de más  reciente data, se designa como director y rector de la policía para investigación criminal al propio Hugo Rafael Chávez Frías y ahora de nuevo, otro viceministro:
“… Decreto N° 9.072, mediante el cual se crea el Viceministerio del Sistema Integrado de Investigación Penal, adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia…”
“… Decreto N° 9.075, mediante el cual se designa al ciudadano Hugo Armando Carvajal Barrios, Viceministro del Sistema Integrado de Investigación Penal del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia…” (Gaceta Oficial 39.957 del 3 julio 2012)
Un Mascarón de Proa que descansa sobre su tajamar:
a)    Hugo Rafael Chávez Frías si bien sentado en Miraflores y disfrutando de los signos exteriores de poder, en apariencias manda, realmente, en los hechos presentes y futuros en materia de tráfico e cocaína, no gobierna; los hilos del poder, para la preparación y para la toma de decisiones no han estado, no están ni estarán en sus manos.
b)   Nadie de su entorno, hoy frente a su conocido y publicitado deterioro físico y mental y justo en este preciso momento previo a unas elecciones, toma riesgos o está dispuesto a asumir ese cargo en el principal ministerio del Ejecutivo; baste mantener allí la sempiterna figura de un tajamar; un prescindible sobre el que descanse el mascarón, que reciba en el tiempo uno tras otro los embates y que, llegado el momento, sea desechable pero eso sí, muy especialmente, dada su patética incapacidad, a muy bajo riesgo y costo.
La respuesta:
1.523 días de ejercicio de Tareck Zaidán El Aissami Maddah al frente del MIJ; han sido once los ministros del interior y sólo él ha acumulado ininterrumpidamente el 30,9% del lapso, 3,4 veces del promedio individualizado en los 4.930 días transcurrido de esta revolución.
Durante, algunos públicos y severos señalamientos que no han sido desmentidos menos aún investigados ni descartados con irrefutables pruebas en contrario o, simplemente, atendidos por la FGR en manos e Luisa Ortega Díaz; entre otros:
    1. Sus confesados objetivos: “… Más allá de mi misión como ministro, soy también hijo de árabe, soy palestino, soy iraquí y somos hoy día la fuerza de resistencia… nuestra revolución también es una revolución que lucha por una Palestina libre y aquí estamos dispuestos todos a ofrecer nuestras vidas, si es necesario…”
    2. Sus estrechos vínculos con la red del broker de la cocaína Walid Makled García
    3. Sus negocios con el suministro de insumos a las 35 cárceles del país, vía su hermano Firaz El Aissami.
    4. Los contactos de Firaz El Aissami derivando hacia las individualizadas negociaciones con los pranes al mando en cada una de las 35 cárceles.
    5. Las evidenciadas y documentadas cuentas multimillonarias dólares americanos  en bancos el exterior.
    6. Las maletas que viajan por Valija Diplomática y directa a manos de la Embajadora en Holanda, Haifa El Aissami su hermana, la fiscal que, en su momento, coordinaría las sentencias sin pruebas de los comisarios y demás funcionarios de la Metropolitana; entre 20 y 30 años.
    7. El negocio con los pranes para el tráfico y venta de armas, explosivos, municiones, drogas, celulares y otros ítems, en todas y cada una de las 35 cárceles del país y que quedaría al descubierto, en el caso de las armas, en junio del 2011 con La Batalla de El Rodeo.
    8. La tramoya articulada sobre una supuesta Operación de Droga Controlada con los 1.400 kilos de cocaína en la aeronave al mando de un piloto del CICPC que despegó desde La Carlota en Caracas y aterrizó en una recién acondicionada carretera en el Cabo de San Román, Falcón (12/08/11); un cargamento de droga que en el momento de ser embarcada en la YV–2531, fue detectada y puesta al descubierto la operación de carga por la policía local y que terminaría y se silenciaría con la teledirigida orden para el asesinato del transportista en tierra y del copiloto, un ex Guardia Nacional traficante.
    9. El expreso envío de equipos móviles, tirador, arma y ordenes a manos de su subalterno el vice ministro Néstor Luís Reverol Torres, a los funcionarios de la delegación CICPC Maracaibo, tanto para la instalación de alcabalas como para la operación “Un día un preso”; desempeño que a menos de 50 horas de entregada instrucciones e insumos, derivó en el asesinato de Karen Vanessa Berendique Betancourt el 16/02/12.
    10. La más sórdida de las misiones y en ejecución; la destrucción de la capacidad instalada de policía en Venezuela, proyecto que adelantó soportándose en fichas durmientes y activas de la banda del Baath desde su misma entrada como vice ministro de la mano de su protector Ramón Rodríguez Chacín y que relanza y culmina con su ulterior ascenso a ministro.
    11. La combinación de intereses que enunciaría en su discurso en la  mezquita Sheik Ibrahim Ibrahim en Quebrada Honda, Caracas el 06/05/09: “… hoy la dignidad que enarbola la revolución bolivariana es la misma que se levanta en Palestina frente al genocidio israelí…” y que, incorporados a los objetivos del MIJ, se impusieron sobre la revolución y mantienen a Venezuela anclada y como soporte internacional político–militar–económico–logístico del genocida gobierno Bashar Al-Assad de Siria, especialmente con el suministro de combustibles para la flota de tanques rusos y con las operaciones de sus Shabeeha, Shabiha o Shabbiha –bandas integrada por mercenarios extranjeros y criminales liberados de cárceles, armados– lanzados al hostigamiento sostenido y para la liquidación física de población civil no afecta.
Precisiones
Objetivos, ámbito legal, organización, responsabilidades, conductas, disciplinas, métodos y técnicas en sus operaciones, distancian con mucha precisión las actividades propias a un servicio secreto para el Estado, de aquellas especializadas y propias a las tareas destinadas a la investigación de los crímenes y criminales y en función de las obligaciones de ese mismo Estado.
Más aún, si considerables separaciones existen entre las dos actividades citadas, otras mayores dictan esas separaciones entre las propias a un servicio secreto de carácter civil y su equivalente en el ámbito de lo militar.
Sea en lo general y en lo particular al ordenamiento administrativo de Venezuela, entre un servicio de inteligencia militar –si es que en los extremos nos atrevemos a aceptar como válida esa contradictoria combinación de vocablos– y uno civil destinado a la misión de investigar los eventos criminales, las distancias son mucho mayores, abismales, en cualesquiera sean los ángulos o punto en que se ubique la consideración o comparación.
Concitando
Una peligrosa combinación de la consternación del miedo que se manifiesta en híper reacciones sucesivas y producto de ese hacer de la ignorancia; particularmente, cuando es acicateada por un desestabilizador día a día, hoy ya hora a hora, a medida que se van haciendo cortas las semanas y días.
Esa pudiere ser una respuesta sencilla, mas cuando se detallan incidencias otra es la perspectiva que debe adoptarse.
Una donde no se descarta la influencia del pánico que agobia al principal decididor pero que en ello y sobre ello, se articulan y consolidan las posiciones de los principales actores de una Venezuela –en los hechos políticos de la revolución– devenida NarcoEstado.
En la práctica
Apropiados como han sido todos y cada uno de los símbolos del Estado, su historia incluida, cabalgando sobre ellos o bajo su manto según sea la ocasión, se consolida en la memoria colectiva venezolana la legitimidad de un sistema dirigido por criminales y sustentado exclusivamente en el crimen financiado por este relancino negocio de la cocaína.
Como observamos a simple vista, la sociedad de criminales está reorganizando la inseguridad para lo cual les resultan indispensables estos ajustes políticos–jurídicos con sus apresuradas normativas anexas y, en función de la necesaria permanencia en el poder, la designación en los puestos claves –tanto para la preparación como para la toma de decisiones– destinadas a la garantía de control absoluto sobre las capacidades de fuego del Estado.
Esas capacidades que, en los extremos, bajo amenaza se impongan por la sumisión como única forma de convivencia al interior de la comunidad y sus fronteras territoriales y que en los hechos, enfrenta a la población civil desarmada con esa voluntad de llegar hasta los extremos del genocidio y sin  limitaciones.
Objetivos comunes
Confluyen así en los determinantes objetivo revolucionarios para la permanencia en el poder de uno y otro sea el gobierno, las relaciones, los apoyos mutuos y los métodos en la práctica y sobre el terreno; allí están los tanques T–72, los Kalashnikov, los Dragunov, el millonario stock de municiones y explosivos; los métodos en el uso y la aplicación del poder de fuego militar, despliegue de T–72 incluido, combinado con el despiegue de las huestes carcelarias armadas y liberadas al estilo de las shabeehas de Bachar Al Asaad.
Probados han sido sobre el campo esa eficiente combinación criminal: demostrado está con Bachar Al Asaad en Siria y su guerra contra la población civil desarmada; se mantiene en el poder a sangre y fuego.

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