Monday, August 9, 2010

La humillación imperial en Canossa en enero de 1077


Se reedita en Santa Marta a las 12:00 horas del 10 de agosto 2010


Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 100810

“… Quien olvida la historia esta condenado a repetirla…”
Frase del poeta y filósofo español Jorge Ruiz de Santayana (1863 1952) que se lee en polaco e inglés sobre la puerta de entrada del bloque cuatro del campo de Auschwitz I

Ya se anunció oficialmente el viaje de Hugo Rafael Chávez Frías y su presencia en Colombia para el martes 10, donde fue convocado por el recién juramentado presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón.
La entrevista entre ambos presidentes está pautada para iniciarse en horas del mediodía en la Quinta de San Pedro Alejandrino en la ciudad de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena.

Degradación

Cualquiera sea el idiotizado fanático del chavismo por un lado y por el otro, el simplista, silencioso y silenciado mundo de la supuesta oposición partidista; el de esa misma pomposamente denominada sociedad civil –intelectuales e internacionalistas incluidos– y especialmente el mundo del comercio y de los comerciantes, miran en ello y sólo perciben y comentan lo aparente, lo epidérmico sino intrascendente a otros efectos:

El inicio de una supuesta normalización de las relaciones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela.

Vileza

Así, sibilinamente y por cobardía en la mayoría de los casos, asumen todos, unos y otros, que se pasó la página, que se borraron los hechos y decires de Hugo Chávez Frías y sus lacayos; que quedaron como cosa del pasado y subsumidos en el olvido, los irrespetuosos improperios.

Esas graves ofensas e irrespetos de los cuales, por voluntad expresa y por boca de Hugo Rafael Chávez Frías, habrían sido objeto tanto en lo estrictamente personal del ahora juramentado y presidente en funciones Juan Manuel Santos Calderón (http://www.youtube.com/watch?v=x2Q2F8AGPzU), como en su sostenida y variante extensión contra lo institucional de la República de Colombia en cabeza de su presidente Álvaro Uribe Vélez y de varios de los representantes de su tren Ejecutivo.

Humillación de Canossa

De las humillaciones a las cuales hayan sido sometidos unos u otros líderes de Estados autónomos, una viene a la memoria aún cuando, dicho sea de paso, han de guardarse las distancias.

Cuando Hildebrando Aldobrandeschi se hace nombrar Papa bajo el nombre de Gregorio VII (1073-85), compenetrado con la idea del poder absoluto papal, en función de ello necesitaba eliminar definitivamente la influencia del poder civil sobre los asuntos de la Iglesia rompiendo la dependencia feudal de las tierras de la Iglesia; obispos, abates y sacerdotes debían ser pastores de la iglesia y no vasallos del rey o del príncipe.

En conflicto directo con el Emperador Enrique IV de Alemania, éste es llamado a Roma para ser juzgado y frente a su desobediencia, el Papa Gregorio VII excomulga al Emperador.

Se inicia entonces el alzamiento de la región de Sajonia; los príncipes reunidos en Tribur decidieron que si durante el año Enrique IV no lograba obtener el perdón papal, sería privado del trono.

En el invierno de 1077 Enrique IV con un pequeño séquito viaja a Italia al encuentro del Papa, quien se encontraba en ese momento en el castillo de la marquesa de Toscana, Matilde en Canossa. Enterado del arribo el Papa obligo a Enrique IV a esperar tres días su decisión.

Ante las murallas del castillo, vestido de penitente, descalzo y haciendo un completo ayuno, esperó ser recibido en audiencia el Emperador Enrique IV. El Papa lo perdonó y puso sus condiciones.

Humillación de Santa Marta


Indiscutible que la fijación del día, de la hora y del sitio de la reunión pautada, conociendo al sujeto había sido estudiada y prevista con mucha antelación y para presentarla a los ojos de los interesados dentro y fuera de Colombia, como una decisión tomada luego de las supuestas expresiones de buenos oficios tanto de Hugo Chávez como de su delegado asistente a la toma de posesión. Sutilezas de la cual sólo pueden ser artífices quien sabe donde va, para qué y cuándo.

Sin embargo, no puede ser tomada en ese sentido, antes por el contrario, ésta fue una decisión soberana del presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón, quien comienza en y con ese momento en que acepta y ejecuta la entrevista con Hugo Rafael Chávez Frías en la quinta San Pedro Alejandrino, a marcar un terreno que conoce, que domina y para lo cual tiene probada experiencia.

Pateando trasero

Se inicia con ello la materialización en el ámbito nacional e internacional, de las atesoradas habilidades y de las instaladas capacidades en juego, tanto de un Estado soberano en proceso de reafirmación democrática como de una dirigencia política experimentada y competente.

Y las propias, en este caso, bajo control y dirección de otro ejemplar de cachaco (http://rriveromunoz.blogspot.com/2010/07/del-cachaco-las-derrotas-frente-al.html), un bogotano que a imagen y semejanzas de su antecesor, humilla hoy y humillará mañana en cualquier otro escenario al ignorante prepotente Hugo Rafael Chávez Frías, quien arrinconado, contra la pared, sin argumento y buscando aire, tembloroso y acobardado, hincara la rodilla en la tierra de la Quinta San Pedro Alejandrino, no precisamente para defender a su país empuñando un Kalashnikov, ni para rendir algún tipo de homenaje en el sitio donde murió Simón Bolívar.

Así, mañana, pasado mañana y cuantas veces se le antoje, el cachaco Juan Manuel Santos Calderón lo tiene mansito, cabeza hundida y le hará morder el polvo en privado y a su voluntad; en público, luego, no mas a bien convenga a los intereses del Estado colombiano y a los propios y personales, cuando a ello hubiere lugar.

¿Cómplicidades?


Jamás, entiéndase, en ningún término, frente al silencio de la oposición política quien en la búsqueda de una cómoda posición de no enfrentamiento guarda pareceres e ignora consecuencias; frente al mutismo cuando no sumisión del estamento militar, independiente de especialidades; frente a la afonía de los intelectuales, especialistas y sesudos de la opinión y frente a la conveniencias comerciales, podrá articularse argumento válido alguno que excluya y justifique o deje exento nadie de responsabilidad por lo que se juega hoy en día en las fronteras occidentales y teniendo como marco de referencia, las evidentes deficiencias intelectuales, la inexperiencia y las débiles capacidad materiales para la negociación, fuere cual fuere el tema a negociar; menos, cuando está presente una realidad.

23 años atrás

Precisamente el nueve de agosto de 1987, la Fragata Mísilística ARC Caldas tenía tres días de su incursión y fondeo en aguas territoriales venezolanas; el diez, hoy, se retiró a las aguas colombianas.

A este tenor, el presiente Luis Herrera Campins (1979/84) negoció con el gobierno de Ronald Reagan la compra de los F15, visto en aquel momento la reciente dotación de Cuba en aviones rusos Mig23; sin embargo, frente a la dependencia tecnológica, los analistas norteamericano determinaron que bastaban con los F16.

Por su parte Jaime Lusinchi (1984/89) en uno de esos estados especiales y habituales y en una entrevista a los medios de comunicación, luego de superado el impasse del Caldas, afirmaría de viva voz que: "… le echaría plomo parejo si volvían a intentar tomar el Golfo…".

Por la suya el presidente Carlos Andrés Pérez (1989/93) cuando le abordaban el tema de las fronteras occidentales respondía rápido: “… no le cederemos ni un milímetro en la frontera a Colombia…”.

El presidente Rafael Caldera Rodríguez (1994/99) en su momento fue enfático frente a al presidente Ernesto Samper Pizano (1994/98): “… El Golfo era algo innegociable…”.
Sin embargo por sobre y en contra de estos antecedentes históricos, otra ha sido la posición pública del teniente coronel y presidente en funciones Hugo Rafael Chávez Frías (1999/2012).

Que se recuerde, es el único presidente en funciones en Venezuela, que durante su mandato y en los últimos treinta y un años, en el año 2000 para precisar, mencionó el término negociación cuando se hizo referencia al mismo tema de las fronteras marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela.

Flaquezas

No es sólo y exclusivamente la debilidad militar; entra en juego también y no casual sino causalmente, el asentamiento de unidades de combate paramilitares, las FARC, el ELN y su afiliada FBL, a todo lo largo y ancho de la frontera occidental venezolana.
Agréguese a ello, tanto la sumisión de la Asamblea Nacional, dispuesta a aprobar cualquiera sea el exabrupto del cual se trate una decisión o negociación personal de Hugo Rafael Chávez Frías con cualquiera sea el representante de los intereses extranjeros y súmese la sumisión de todos los demás poderes del Estado.

A la voluntad de ese supuesto líder de una revolución cuyo único acumulado en once años de ejercicio pleno de sus signos exteriores de poder, ha sido, además de 150.000 asesinatos, la destrucción total de las capacidades políticas, militares y económicas del país; restan aún parte de las no sumisas fuerzas sociales.

Citan a Hugo Rafael Chávez Frías, lo llevan y ponen justo y precisamente en el mítico lugar de sus crecientes y recientes “exhumatorios” desvelos y ansias sucesorales.
Con o sin el amuleto del diente de cadáver engastado en oro y “aliñados” por los paleros en las misas negras; lo ubican allí, en esa parte de los símbolos que le alimentan; por tanto, en éxtasis o elevación esotérica, poca o ninguna capacidad tiene Hugo Chávez Frías, menos su sumiso equipo de acompañantes, tanto para escuchar de qué se trata la reunión, como para entender y discernir contenidos y para decidir sobre asuntos de Estado.

Reedición a 933 años


Que hoy como en 1077 y en versión actualizada Juan Manuel Santos Calderón en la Quinta San Pedro Alejandrino en Santa Marta y sobre las 12:00 horas, repita la humillación a un jefe de Estado, demuestra la edificada materialidad de aquello que bien resumiió en el siglo V antes de Cristo el más grande estratega militar conocido: “… El arte más refinado de la guerra consiste en quebrar la resistencia del enemigo sin combatirlo en el campo de batalla…” (Sun Tzu)

Lo afirmamos en una nota anterior, Juan Manuel Santos Calderón, presidente en funciones en Colombia, ha sido, es y seguirá siendo un cachaco mucho más frío, certero y peligroso que quien le orquestó y articuló el escenario, su predecesor Álvaro Uribe Vélez.

Ya lo veremos

1 comment:

  1. Le invito a leer:
    La entrevista de San Pedro Alejandrino/ Soledad Morillo Belloso
    Quizás el mismísimo espíritu de Simón Bolívar los acompañe en este encuentro. Y los ilumine. Y les dé la paciencia que no distinguió al Libertador. Quizás los olores y sabores de San Marta les conminen a una sabia paz.
    Se encontrarán los presidentes. El de aquí y el de allá. Añejado ya en el cargo el uno, de estreno el otro. Acaso se produzca un milagro. Que el de aquí ponga en remojo la altanería y el de allá logre convencerlo de eso que aquí le hemos dicho hasta el cansancio sin que nos haga caso alguno. Que los terroristas guerrilleros son el peor amigo que presidente alguno pueda tener. Que su cercanía física, emocional o pseudo-ideológica es como meterse en la cama con el diablo y hacer un paseo por los infiernos.
    El de aquí es como es. Ya nos lo sabemos. Muy dado a la altisonancia pero que no aguanta dos pedidas cuando de invitaciones a Colombia se trata. El de allá es como es. Nacido, criado, educado y experimentado en eso que en buen cachaco se llama afán. Y es también dado a las cuentas claras y el café tinto. El de allá es firme y sereno, como garúa bogotana. El de aquí, tormentoso, cual temporal del llano, esos aguaceros excesivos que terminan destruyendo potreros y ahogando vacas.
    De seguro la conversa será larga, que no necesariamente auspiciosa. El de aquí se creerá prócer. El de allá le invitará a beberse un tintico, y otro, y otro; medirá cada una de sus palabras y con harto cuidado dirá lo que tiene que decir: que la amistad entre los pueblos y los gobiernos es fundamental para la prosperidad y el progreso. Pero que si en estas tierras se hospeda la guerrilla, el futuro será de nubarrones, no nubarrones de guerra, sino de silencios y de distancias.
    El de aquí, tuteará. El de allá hablará de “usted”. El uno hablará más que el otro. Pero dirá menos. Se le acabará la saliva de tanto recitar excusas y pretextos; se le quedará seca la boca de tanto justificar lo injustificable. El de allá, con la compostura y el buen modal como adorno de hombres de ley, le ofrecerá el mejor de los consejos: el que trabaja por la paz no gruñe ni pela los dientes. El que trabaja por la paz usa como arma la verdad, la honestidad, la prudencia y el coraje.
    Lloverá mañana en Santa Marta. Vamos quien se empapa más, o menos.
    Allá en Santa Marta, un hombre por la calle cantará: Me lleva él o me lo llevo yo… pa´que se acabe la vaina…
    smorillobelloso@gmail.com
    Concejal El Hatillo - UNT

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