La ignorancia en la prepotencia
Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 290411
“… La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía…"
“Ayn Rand” Alissa Zinovievna Rosenbaum (1905/82)
Alarma, apresuramientos y pronunciamientos en la dirigencia y los colectivos de la izquierda nacional e internacional, desde el mismo momento de ser anunciada la detención en el Aeropuerto de Maiquetía, Venezuela, del nacido colombiano y nacional sueco Joaquín Pérez Becerra.
Se disparan los sobresaltos y las carreras frente a la rápida, ulterior y oficiosa deportación a territorio de Colombia, por precisas y expresas instrucciones de Hugo Rafael Chávez Frías desde Miraflores y para complacer la muy particular y directa solicitud personal de “su mejor nuevo amigo” Juan Manuel Santos Calderón, desde el Palacio de Nariño.
Joaquín Pérez Becerra, quien también es conocido internacionalmente bajo los seudónimos de “Alberto Martínez”, “Roberto Gutiérrez”, “Daniel Santamaría” y bajo los motes de “Torrijos”, “Joaco” y quien, desde el registro oficial e inicio de actividades de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) en el año 2005 y hasta la fecha de esta detención, deportación y encarcelamiento, ejercería tanto de editor jefe como de administrador y principal redactor del canal de difusión electrónica http://anncol.eu/.
Joaquín Pérez Becerra es oficialmente señalado por el gobierno colombiano como un muy activo representante internacional de las FARC, asentado y operando desde Europa.
Acotando particulares
Llaman poderosamente la atención desde estas primeras de cambio, tres consideraciones:
a) El hecho de ese muy particular desempeño en un precisamente planificado y seleccionado momento de una larga y tediosa operación policial que se estima se ha desarrollado ininterrumpidamente a lo largo de por lo menos los últimos cinco años.
b) El sujeto en particular, Joaquín Pérez Becerra y sus múltiples y eficientes actividades en los últimos 17 años, la pieza clave internacional en función de los objetivos y de la estrategia política, militar, económica y financiera nacional e internacional de las FARC, con base en el territorio de la Unión Europea (UE).
c) La calidad y la trascendencia de los precisos e importantes golpes e impactos nacionales e internacionales, tanto políticos como económicos, militares y mediáticos en un proceso policial de sostenido aliento; planificado y en ejecución por la Policía de Colombia contra las capacidades y las estructuras de las FARC y sus aliados; con unos objetivos centrados y personalizados sobre Joaquín Pérez Becerra y alcanzados en este momento por el gobierno colombiano, con muy bien calculados beneficios y casi inexistentes riesgos políticos y militares sobre unos muy bien dispensados costos económicos.
Precisemos
En más de cincuenta años de actividad, no recordamos en Venezuela o cualquier otro país, situaciones similares en el pasado.
Salvo –sólo en teoría– muy contadas situaciones de emergencia vital en catástrofes de algún tipo, el vértice de la cúpula política al mando de un país, el Presidente de la República, jamás debe ni puede intervenir en directo, menos en persona, en ninguna de las etapas del desarrollo de una operación de policía.
Menos aún, cuando de alguna de estas diligencias policiales, pudieren potencialmente derivar riesgos políticos o conducir a caminos de agravamiento de situaciones o de una u otra forma, en algún momento, a enfrentamientos directos de algún tipo.
Los riesgos inherentes a las operaciones internacionales de policía son enormes y sólo está permitido en una sana política de seguridad de Estado, que tales riesgos, de ser aceptados, a lo máximo sean asumidos por terceros y cuartos niveles en la escala de mando del gobierno.
Son esos operadores prescindibles o desechables por un gobierno, quienes en los extremos quedarían severamente expuestos y abandonados en caso de fallas, excesos o ilícitos, tanto en la dinámica de rendición de cuenta por ante los órganos de control político y de la opinión pública, como frente a las acciones derivadas por ante la jurisdicción, los juicios que pudieren ser iniciados por uno u otro desempeño individual y/o colectivo en una u otra fase de la operación; en los extremos, a los derivadas demandas en jurisdicciones extrafronteras.
Excepcional
Y tenemos que, en el caso de la detención de Joaquín Pérez Becerra, en el antes, durante y después, está la intervención expresa del Presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón, directamente según sus propias, continuas y expresas declaraciones: “… la víspera llamó a Chávez para pedirle que se capturara a ‘Alberto Martínez’, alias de Pérez Becerra…
… ‘Le di el nombre y le pedí que si nos colaboraba para su captura… Chávez ‘no titubeó’, aseguró Santos… ‘Hablé esta mañana con el presidente Chávez, y le agradecí’… ‘es el cabecilla del frente internacional de las FARC en Europa… ha sido el responsable durante muchísimos años de toda esa mala propaganda que le han hecho las FARC a Colombia en Europa…
estábamos detrás de él hace mucho tiempo y por fortuna ya está a buen recaudo"…” (Notitarde, 24/04/11).
Indiscutible, es Juan Manuel Santos Calderón quien particularmente con una llamada directa, en el momento preciso, quien convocó a la expresa y concreta acción que demanda por vía telefónica al Presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías.
La operación de policía
Ésta, donde en expreso y extraordinariamente interviene el presidente colombiano, ya había rendido sus primeros resultados con la detención el sábado 26/07/08 en San Lorenzo del Escorial, Madrid, España, de una de las operadoras de “La Comisión Internacional de las FARC” (CIF), Remedios García Albert, alias “Irene”, “Soraya”, “La Médica ”.
Su entrada en escena en las operaciones de las FARC en Europa data del 13/08/03; en mayo de 2007 en una comunicación que remite a Raúl Reyes le informa sobre sus actividades en un congreso sobre terrorismo realizado en Venezuela; en otra de agosto las propias en Grecia y sus firmes acercamientos al Parlamento Europeo y luego sobre el revuelo por la liberación de Ingrid Betancourt.
La última comunicación de Remedios García Albert con Raúl Reyes tiene fecha: A escasos cuarenta días antes de la muerte de éste en el bombardeo del campamento en Ecuador y programado bajo las órdenes del Ministro de la Defensa de Colombia Juan Manuel Santos Calderón.
Luego de dos años de seguimiento, el miércoles 16/02/11 es detenida en Madrid la natural de Cali Colombia, Leila Yolima Ordoñez Mera de 39 años, ingeniero de sistemas graduada en la Universidad del Valle; quien había sido identificada en los computadores de Raúl Reyes bajo el seudónimo de “Manuela” y quien bajo el auspicio y misión de “Alfonso Cano” se había residenciado en España desde el primer trimestre de 1998 y bajo el estatus de refugiada.
En diciembre 2005 en una carta de “Irene” a Raúl Reyes menciona a “Manuela” y el seguimiento de la policía luego que ésta en la fiesta del PC en Portugal fuera detectada vendiendo la revista Resistencia; en julio de 2006 Raúl Reyes le refiere a Omar Arturo Zabala “Lucas Gualdrón”, la importancia de Leila en la organización. Por su parte Liliana Obando Villota “Sara”, capturada en Bogotá el 08/08/08 le detalla en carta a “Reyes” que el nombre de guerra de Leila es “Manuela”
“Pájaro de cuentas” y las cuentas del pájaro
Según los datos que han podido ser obtenidos de diversos medios de información abierta, el citado Joaquín Pérez Becerra es un natural colombiano nacido en 1956 en la ciudad de Cali en el Valle del Cauca en Colombia y quien por instrucciones del Secretariado de las FARC, fuera destacado en misión a Europa.
Bajo esas órdenes, emitidas en 1993, emigró y se radicó en Suecia desde el 26/05/94 bajo el estatus de refugiado político y en función de crear una eficiente maquinaria para la coordinación de la ayuda y el soporte político, financiero y militar internacional, a cuyos fines organizó un aparato de propaganda para las FARC; a esos efectos reforzó sus capacidades con las propias a la experiencia y las habilidades del periodista Dick Emanuelson.
Organizarían lo que luego sería reconocido y mencionado como: “La Comisión Internacional de las FARC” y se convertiría en el principal responsable para los contactos, manejos y operaciones de las células de apoyo político, militar y financiero de las FARC en Italia, Alemania, España, Holanda, Suiza, Bélgica y Noruega.
Eficiencia
Ya en operaciones, se reconocería como la era de oro para las actividades de propaganda de la red de información organizada y administrada por Joaquín Pérez Becerra, la época del Caguán (1999/2002) y luego de la instauración en Colombia de una zona desmilitarizada de 42.000 Km2 alrededor de las coordenadas 02°06′37″N 74°46′07″O; zona a los efectos, autorizada en ese momento por el presidente en funciones Andrés Pastrana y destinada a las negociaciones de paz del gobierno colombiano con el Secretariado de las FARC–EP.
Fueron periódicas las columnas bajo su firma y sus intervenciones en la emisora de radio de las FARC, Café Stereo; medios donde de paso a diario se ufanaba de su nacionalidad sueca que le brindaba, según sus expresiones, inmunidad.
Aún cuando la dirección nominal de la ANNCOL siempre estuvo bajo Raúl Reyes y al fallecer quedaría en manos de Iván Márquez, en la última reunión de la CIF fue reconocido Raúl Pérez Becerra como el verdadero redactor y director de ésta y de la edición internacional de la Revista Resistencia y en un segundo reajuste al Plan de Trabajo de la CIF, fue incorporado como uno de los miembros de la “Estructura Político-Diplomática de las FARC” integrada para ese entonces por: Ovidio Salinas Pérez ‘Juan Antonio Rojas’, ‘Demetrio Aldana’, ‘René’, Alberto Bermúdez Pastrán y/o Alberto Bermúdez, Joaquín Pérez Becerra ‘Alberto Martínez’, Aldo Moscote Fragoso ‘Lucas Iguarán’, Omar Arturo Zabala Padilla ‘Lucas Gualdrón’, ‘Alicia’, ‘Fernando’, ‘Carolina’, ‘Ampar, ‘Tania’ y ‘Gloria’.
Guerrilla y secuestros
Joaquín Pérez Becerra, formó parte del “Comando de Dirección”, la máxima autoridad del CIF integrada por Raúl Reyes, Orlay Jurado Palomino ‘Hermes’ y Francisco Antonio Cadena Collazos ‘Olivo’ u ‘Oliverio’. Cuando ‘Hermes’ y Rodrigo Granda Escobar, ‘Ricardo González’ planificaron y ejecutaron el secuestro y posterior asesinato de Cecilia Cubas, la hija de Raúl Cubas, ex–presidente de Paraguay, Joaquín Pérez Becerra desde su posición fungió de enlace.
Joaquín Pérez Becerra luego sería el enlace entre el Secretariado de las FARC y las autoridades suecas para las gestiones de liberación del secuestrado en el mes de mayo de 2007, el ingeniero sueco Erin Ronald Larsson y su esposa Diana Patricia Peña (ésta logró escapar de sus captores), en Tierralta Córdoba.
Durante ese secuestro y con fecha del 22/01/09, Joaquín Pérez Becerra giró instrucciones a Nicolás Hurtado Parra “Nicolás”, su enlace en Venezuela, para que transmitiera al Secretariado de las FARC que la organización de industriales suecos Naringslivets Internationella Rad; International Council of Swedish Industry o Consejo Internacional de la Industria de Suecia (NIR) expresamente le habría comunicado su extrañeza por el secuestro del matrimonio Larsson.
En fecha posterior, Erika Molin, Directora Ejecutiva del NIR, en una carta a Joaquín Pérez Becerra le comunica: “… estamos dispuestos a actuar como intermediarios directa o indirectamente en éste proceso para encontrar una solución rápida del asunto…”.
Luego el NIR enviaría a Bogotá a un ex-embajador sueco en Colombia (1999/01) y a un consultor, Pérez Becerra giró en ese momento instrucciones a “Nicolás” para que fuera el contacto permanente entre los dos delegados y para que comunicara al Secretariado que NIR era puente con el Gobierno de Suecia.
El 18/02/09, la policía sueca citó por una segunda vez al director de ANNCOL a su cuartel para exigirle directamente la liberación del ingeniero y el 18 de marzo de ese mismo año, por fin, Nicolás Hurtado Peña avisó a Joaquín Pérez Cabrera que ya se había producido la liberación y que enviara los datos de la cuenta de banco para girarle la plata que estaba pidiendo.
Su esperado dividendo en metálico
Y los datos solicitados por “Nicolás” y necesarios canales para recibir el dinero por su “trabajo” en el secuestro del ingeniero sueco, fueron enviados en estos términos:”… Joaquín Pérez Becerra, Estocolmo ‘Suecia’, número de teléfono celular: 076 2865980. Money Exchange Skandinavien AB (Skärholmen)”.
Agregó en la comunicación Joaquín Pérez Becerra, un preciso detalle: Solicitó “… que le hicieran el giro desde Maracaibo ‘Venezuela’, oficina ‘Casa de Cambio Maracaibo, CA, ubicada en la Av. 9B Edificio Banco Industrial de Venezuela, entre Calles 77 (5 de julio) y 78, local No. 7…”
En Venezuela
Joaquín Pérez Becerra “… ‘Alberto’ viajó a Venezuela el 14 de abril y, por intermedio de ‘Nicolás’ logró hacer contacto con ‘Iván Márquez’. Después, el 10 de mayo, ‘Alberto Martínez’ volvió a escribir a ‘Nicolas’ diciéndole que una persona de Suecia, se vería con ‘la negrita’ (Piedad Esneda Córdoba Ruiz), para hablar sobre el tema y que ‘el cantante viejito’ se encontraba por esos lados…”
El principal ayudante de Joaquín Pérez Becerra en el territorio de Venezuela, era pues Nicolás Hurtado Peña quien además le “… escribía artículos, recibía los ‘partes de guerra’, comunicados y ultimátum (las resoluciones) en materia de liberaciones procedentes del ‘Secretariado Nacional’ de las FARC. Desde Caracas, ‘Hurtado’ le enviaba a ‘Alberto’ todo el material procesado y éste lo subía a Anncol…” (http://www.pensamientocolombia.org/)
Joaquín Pérez Becerra, fue residente por dos meses en el campamento bombardeado donde murió Raúl Reyes y bajo el seudónimo de Alberto Martínez había formado parte de una de las estructuras guerrilleras del Bloque Caribe de las FARC orientada por Luciano Marín Arango ‘Iván Márquez’, quien, a la sazón, desde Venezuela dirige actualmente las tareas del Movimiento Continental Bolivariano “MCB” o “Coordinadora Continental Bolivariana”.
En campaña
“… Poco antes de partir para Caracas, el camarada ‘Alberto’, director de Anncol, puso en marcha otra campaña más -ahora generosamente financiada-, tendiente a destruir la imagen del presidente Uribe y su entorno… en las instalaciones de Café Stereo, en la fría Estocolmo… felicitaciones entusiastas para ‘Alberto’ por el artículo con el que comenzó Anncol la andanada: ‘Esta es la pandilla de los Uribeños. ¡Conózcala!’…
… ilustró mi artículo con la foto de Luis Carlos Restrepo. A ese vergajo psiquiatra lo molemos porque lo molemos. ‘Alberto’ informó a sus contertulios de ocasión que viajaría a Venezuela para afinar los ataques contra Uribe. -’Márquez’ y ‘Timo’ están entusiasmados… Los camaradas de USA tienen una o dos personas viajando por las ciudades a donde va Uribe; y en Metz (Francia) está localizado otro.… Cuando llega Uribe, los camaradas, acompañados de algunas oenegés nuestras, lo reciben en la puerta del auditorio con una buena guachafita, agitan consignas y lo descalifican con el grito de guerra ¡Uribe, paraco!...
… en Caracas -dijo- verá lo que tenemos contra esos muchachos y contra Restrepo. Ya hay periodistas amigos para amplificar la cosa…” (José Obdulio Gaviria; El Tiempo, Bogotá, 260411).
Superando el peñazo en el camino
Detenido y encarcelado ya Joaquín Pérez Becerra: “… tomará el comando en Europa otro experto propagandista de las farc, Omar Arturo Zabala Padilla ‘Lucas Gualdrón’, a quien el gobierno de Suiza trata hoy con las mismas atenciones que el de Suecia dio a ‘Alberto’. Asegura nuestra fuente que ‘Gualdrón’ pasará a residenciarse en Suecia, país que le ha ofrecido una protección equivalente a la que disfruta actualmente en Suiza…” (http://hijodeputa.net/)
Ignorancia suicida
No resulta fácil de digerir que un servicio de Inteligencia ignore una operación de policía de tantos años de ejecución, centrada en una organización terrorista internacional de la conocida importancia y capacidades de las FARC y en especial, sobre un sujeto de la calidad y de los antecedentes conocidos de Joaquín Pérez Becerra.
No se entiende cómo pueda ser absolutamente desconocidos para los servicios de Inteligencia y de Seguridad de Estado en Venezuela, tales incidencias; menos aún, cuando los derivados de esa operación policial han sido evidentes y del dominio público; puestos a la luz por los medios de comunicación nacionales y extranjeros y para lo cual bastaría con un simple enterarse de la información y hacer el seguimiento.
Más grave aún, que en las casi nueve mil horas de actividad continuada y en ninguno de los más de 30.000 “Informes de Inteligencia” elaborados y entregados por el Sebín a Miraflores desde enero 2010 a esta fecha, no hayan sido mencionados los resultados de esas operaciones internacionales colombianas y menos aún, identificados al detalle los encausados y detenidos.
Delirante sarcasmo
Precisamente, es el momento en que Joaquín Pérez Becerra, confiado en sus aspavientos de impunidad, programa y realiza su expresa visita a Venezuela para la coordinación de las voluntades, los esfuerzos y de las capacidades y logística de los equipos técnicos venezolanos cooptados para impulsar la continuidad de la campaña internacional contra el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez y su entorno político y social.
Menos resulta comprensible, que se ignore al más alto nivel de gobierno y que sea el propio jefe de un Estado –al menos visto desde la óptica formal en el concierto internacional– quien pueda ser y verse involucrado disque “inocentemente” en la fase culminante de una operación policial y en expreso, para la satisfacción puntual de los objetivos políticos y geopolíticos del gobierno de Colombia.
De paso y como derivado directo, para algunos observadores nada acuciosos y para analistas de los lugares comunes, públicamente quedan a la luz evidenciadas sino una sorpresa si un contrasentido o quizás una dramática contradicción; para otros, los interesados y afectados directos e indirectamente, quedan en público dibujados los términos de una sorpresiva, drástica, incomprensible e inaceptable traición.
Un dilema que queda en manos del Secretariado de las FARC y de los representantes de los otros grupos terroristas asentados y operando en y desde territorio venezolano, léase entre otros, ETA y sus pares.
Esos son los parámetros de medición sobre los cuales han de pesarse tanto esa seleccionada oportunidad para la extraordinaria e inédita intervención del presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón en una operación de policía, como para la calibración de la calidad del petitorio tras el cual se ocultaban unos objetivos esperados más allá de la simple detención de un delincuente o terrorista solicitado y su extrañamiento oficioso desde Venezuela al territorio de Colombia:
Efectos nada despreciables:
1. Crea serios factores de recelo y de desconfianza, que derivan en la erosión y hasta destrucción desde sus raíces y la subsecuente ruptura –pública, soterrada o secreta– de la coincidencia en objetivos políticos, militares y económicos, estratégicos y tácticos y del hasta ahora conocido mutuo apoyo político, militar, económico y social entre los intereses del Secretariado de las FARC y las individualidades que le representan en una y otra ocasión y los intereses políticos y geopolíticos de Hugo Rafael Chávez Frías y su revolución bolivariana.
2. Desde la óptica política y militar, son impactos que lesionan y complican severamente la confianza y los apoyos mutuos entre los grupos terroristas y los de civiles venezolanos en armas, no sólo en el caso de las FARC sino que ello se extiende rápidamente a sus asociados internacionales, entre otros, la ETA y sus operaciones en y desde Venezuela.
3. Gratuitamente el gobierno de Venezuela, se hace de nuevos y potenciales enemigos al interior y en facciones emergentes en las FARC, ETA y sus pares; unos y otros con suficientes habilidades y capacidad política por sus vínculos con colectivos nacionales que hacen vida al interior de sus fronteras y que cuentan además con una alimentada, desconocida y no controlada capacidad de fuego y para las maniobras y operaciones militares, asentadas y operando dentro de las fronteras y soportadas en toda esa estructura logística y de apoyo construida a todo lo largo y ancho del territorio y en los últimos diez años sobre el solapamiento de apoyos oficiales y clandestinos de múltiples operadores al interior del mismo gobierno y sociedad revolucionaria.
4. Y para poner una hermosa y brillante guinda sobre el pastel, en el plano meramente personal del líder revolucionario Hugo Rafael Chávez Frías, por su propia voluntad y bajo el amparo de la ignorancia, contribuyó directamente a eliminar los desempeños y ulteriores efectos de una campaña internacional en curso y en contra de quien ha declarado y es citado comúnmente, como su enemigo personal, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez
Conclusión
En múltiples notas sobre diversos temas, se ha referido la demostrada habilidad de Juan Manuel Santos Calderón; hasta el punto de reconocerlo y citarlo como de más peligro en termino de la efectividad de sus desempeños que el propio Álvaro Uribe Vélez en su época de presidente y quizás, para los escépticos, queda en negro sobre blanco una muestra del grado de peligro que representa para los intereses de Venezuela.
En esta particular oportunidad de la detención y entrega del colombiano y sueco Joaquín Pérez Becerra, queda en los hechos comprobado por sus propias palabras: “… Le di el nombre y le pedí que si nos colaboraba para su captura… Chávez no titubeó…” y sin lugar a dudas, en los resultados prácticos comentados.
Nada resultó más fácil para alguien con una cultivada habilidad, esta vez Juan Manuel Santos Calderón, que alimentar, explorar y aprovechar las debilidades de un par, a la sazón, Hugo Rafael Chávez Frías: Es sin duda la causa y el efecto de la ignorancia en la prepotencia.
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