Líder revolucionario excita y alimenta las secreciones en las fauces de los…

“Caimanes en boca e’ caño”

Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 080211

“… Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo… Lanza sobre los otros tus propios errores y defectos; responde el ataque con el ataque. ‘Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan’…”
Joseph Goebbels 1.940

“… Crea problemas y después ofrece soluciones… una ‘situación’ prevista para causar… reacción en el público… que éste sea el mandante de las medidas que deseas hacer aceptar… deja que se desenvuelva y se intensifique la violencia urbana… organiza atentados sangrientos… que el público sea el demandante de leyes de seguridad y de políticas en perjuicio de la libertad… crea una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos…”
Noam Chomsky, 2010


Este proyecto de control social convertido en bufonada zarzueloide en la que se juegan unos y otros –gobierno y oposición– un sempiterno y creciente déficit habitacional y las sucesivas promesas pero la total y absoluta ausencia de soluciones.

Desde aquella del doctor Rafael Caldera Rodríguez con la “Consolidación de Barrios”, hasta la ya casi paranoica del teniente coronel (raspado en el Curso de Estado Mayor) Hugo Chávez Frías y su pretendida revolución bolivariana, al “… ofrecer a cada rato la construcción de 180.000, 200.000, 250.000… nuevas viviendas anuales, cuando los funcionarios del gobierno de turno ni siquiera se han planteado la necesidad de formular un Plan, técnicamente estructurado…” (Alfredo Cilento Sarli; “Penuria habitacional y vulnerabilidad urbana”)

Indiscutible la radical diferencias que existen entre el cabo alemán y el teniente coronel.

En tiempos de aquel, de acuerdo a las ventajas geográficas y recursos a disposición, se planificaba primero el lugar para la instalación de los complejos de producción, la(s) fábrica(s) o de unidad(es) de producción complementarias. De acuerdo a la mano de obra y a las especialidades necesarias, se planificaban y ejecutaban todos los servicios y sólo después se edificaban los complejos habitacionales; el paulatino y sostenido desplazamiento de la población lo dictaban en principio las necesidades para la construcción y en segundo lugar, las especialidades de la mano de obra y los puestos de trabajo disponibles. Así, las carretas siempre se colocan detrás de los bueyes.

Más

Ni gobierno ni la oposición de ahora, abordan el verdadero problema que enfrenta la población venezolana: a) reducción de las vulnerabilidades sociales, económicas y físicas por la vía de; b) mejores oportunidades de trabajo y de subsistencia; c) salud, educación, alimentación; d) seguridad para las personas y sus bienes, seguridad social y jurídica; e) facilidades para el desplazamiento entre ciudades y en la ciudad misma; f) acceso a los fondos necesarios a la inventiva y a las capacidades para asumir los riesgos de los emprendedores creadores de puestos de trabajo, los créditos posibles de costear.

Antes por el contrario, si algo ha distinguido y distingue a esta dizque revolución del teniente coronel Hugo Chávez Frías, es la destrucción de puestos de trabajo y de posibilidades para la obtención de medios de subsistencia de la población más vulnerable; esta es una revolución destinada a empobrecer paso por paso a toda la población y nivelarla por abajo; así el llamado hombre nuevo que pregonan, no es otro que el derivado de una nueva clase forjada y mantenida en la penuria, la limosna y el voluntarismo de un mesias.

Lo afirmó bien claro el lúcido intelectual y ministro de finanzas revolucionario Jorge Giordani: “… No sea pendejo… la revolución necesita a los pobres…”.

Y si no los hay han de ser creados, de allí el derivado.

Pobretariado.

Ese es el verdadero tema, “… por eso el llamado ‘problema de la vivienda’ nunca ha encabezado ninguna encuesta en ninguna parte, salvo en coyunturas, como en Venezuela…” (A. Cilento Sarli)

En Venezuela según este y otros estudiosos de la materia ya casi el 90% de la población está radicada en ciudades grandes, medianas y pequeñas (40% en las ciudades de mas de 500.000 habitantes); de esos, el 60% habita en los barrios más pobres; allí, donde malvive la fuerza de trabajo del país.

Oportunismo de algunos, colaboracionismo en otros

En materia del déficit habitacional mientras el presidente hace sus eternos rimbombantes anuncios, el MinpopoViHa Ricardo Molina, aprovecha para una “jaladita” y comenta que a partir del 4 de febrero, “el pueblo venezolano se dio cuenta que es capaz de adelantar su propio destino”.

Ahora salta a la palestra el presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela y de Banesco, Banco Universal, Juan Carlos Escotet, quien asegura que con las condiciones de mercado adecuadas es posible construir hasta un millón de viviendas en un lapso de cuatro años.

En fin, entre una y otra cifra, el promedio anual que anuncian unos y otros se ubica en las trescientas mil casas por año; esa será entonces la definitiva; sobre esa versará “la solución especulativa” para cualquiera sea la apreciación del asunto de la crisis de viviendas en Venezuela; a los efectos del estimado, dividido en tres lotes por año: 100.000 casas cada cuatro meses.

Queda por ver:

a) Una vez que las casas estén construidas y a cada familia beneficiaria le haya sido entregada en usufructo la vivienda –que no la propiedad como ha quedado suficiente y repetidamente dicho a los interesados– en esa macrourbanización de 100.000 casas (500.000 habitantes), queda por resolver aún entonces:

1. ¿De dónde van a generar 100.000 hogares, unas 200.000 cabezas de familia, los medios económicos para cubrir el diario sustento propios y los de sus dependientes?

2. ¿Dónde serán atendidas las necesidades de educación y formación de una población no menor a dos tercios, unos 300.000 entre 5 y 15 años?

3. ¿Dónde cubrirán las necesidades de atención médicas necesaria para la población entre 0 y 5 años y los no natos o en proceso de gestación?

b) La segunda interrogante quizás la tenga solucionada el presidente y los demás miembros de la Asociación Bancaria de Venezuela, desde el momento en que las prevista casas de la revolución, 300.000 por año, no son asignadas en propiedad, sino sólo y exclusivamente el uso; por tanto, los tenedores no la pueden traspasar, alquilar, comprometer o vender puesto que no tienen la propiedad y cada residente es y sólo será dueño del aire que consuma y que se cobija entre techo y las paredes de la casa que habita:

1. ¿Qué modalidad de crédito hipotecario propone la presidencia de la Asociación Bancaria para respaldar y garantizar los créditos?

2. Será una de esas tantas modalidades comerciales “adaptadas” al momento y que se resume en la expresión más común de esta revolución? Asigne, disponga y entregue usted los fondos del Estado que va a destinar para la construcción de un millón de viviendas en cuatro años y la banca se las construye y se las entrega al gobierno llave en mano, quien luego podrá disponer de ellas a su libre voluntad.

Algunos banqueros realmente tienen que cuidarse mucho, en cualquier momento cualquier carrito de helados se lleva por delante al Mercedes o al BMW donde se transportan a diario; si no es que los atropella al paso.

Miente el líder y miente la caterva de adulantes

Baste para comprobarlo un simple ejercicio especulativo que cualquier mortal puede abordar con base a las cuatro operaciones básicas aprendidas en la primaria que se dictaba en el siglo pasado en Venezuela; no son aplicables en lo absoluto las tablas donde estudio el teniente coronel Hugo Chávez Frías (7x8=52 http://www.youtube.com/watch?v=zagcKHmFoW4&feature=player_embedded; 6x8=24 http://www.youtube.com/watch?v=f4ziMkYSnB8&feature=player_embedded)

A los efectos del ejercicio, se asume que ya en y sobre las áreas o espacios físicos destinados a la construcción de los complejos habitacionales, se hayan hechos los movimientos de tierra, habilitadas la terrazas; dotadas cada una de los servicios básicos, acueductos, cloacas, electricidad, gas; más los otros requerimientos urbanísticos en el sector, con las vías de acceso desde las vías principales de comunicación; además hayan sido dotados los conjuntos residenciales de las áreas para edificaciones comerciales, centro de salud, escuelas, áreas de parques y para la recreación.

Y se asumen además tres determinantes:

a) Que todos los insumos necesarios estén disponible en el espacio y el tiempo de construcción de cada casa.

b) Que los obreros son especializados, es decir conocen el oficio, han desarrollado experiencia y no requieren entrenamiento previo y supervisión permanente en línea durante una actividad continua de 44 horas semanales, sin ausentismo.

c) Se toma sin embargo en cuenta que las casas “… se construirán con la ayuda del ‘pueblo’ y el Estado…” (Ricardo Molina, MinpopoViHa) y derivado de ello, las estructuras planas de administración –por la sempiterna animadversión de la izquierda latinoamericana a todo lo que se refiera a respeto de normas y procedimientos preestablecidos y a la supervisión y a la rendición de cuentas– en la metodología del hacer colectivo ahora en manos del principal actor contemporáneo de la técnica (Hugo Chávez Frías y su pandilla).

d) Se asumen todos los derivados del punto anterior, materializado en la persistente anulación y absoluta ausencia o inexistencia total de capacidades y de términos mínimos de planificación; por tanto los períodos estimados son lineales y no producto de ninguna consideración técnica destinada a la optimización de los tiempos de ejecución y de la economía de los recursos disponibles.

e) En consecuencia, los equipos para la construcción de vivienda son separados en cada caso de unidades o de los lotes que pudieren ser decididos en uno u otro espacio geográfico seleccionado para su las obras.

f) No se consideran edificaciones de más de un nivel por dos razones; se ha hablado y se anuncia una casa para cada familia y en segundo, porque dada las mayores complejidades implícitas en construcciones de más de un nivel en cuyo caso, no es posible imaginar cómo serán construidas sin planificación, sin una supervisión y las periódicas rendiciones de cuentas sobre la tarea y en cada proceso, momento y actividad.

Las cifras de un simple ejercicio especulativo dejan entonces al descubierto la falacia sobre la que soportan los argumentos tanto gobierno como la sarta de aduladores y oportunista a la caza de dinero fresco.

US$ 157 mil millones de capitales ilícitos han salido ya de Venezuela, sólo hasta el 2.008

¿Será allí donde está el negocio para banqueros y asociados?

Con Vladímir Putin y las empresas rusas por ejemplo existe ya un programa para la construcción de 300.000 metros cuadrados de vivienda (± 3.750 unidades de 80 m2 cada una) y parece estar en ejecución; las cifras financieras y el flujo de caja previsto han sido acordados; si bien no han sido reveladas en Venezuela, si lo han sido en el país de ese otro "nuevo mejor amigo": http://rusiahoy.com/articles/2010/12/03/las_chabolas_de_oleg_deripasca.html

1) 2010 US $ 1.440.000.000,oo

2) 2011 US $ 1.310.000.000,oo

3) 2012 US $ 1.380.000.000,oo

En tres años US$ 4.130.000.000,oo

El pequeño y significativo detalle del “negocio” de estos desinteresados inversores rusos, está en el hecho de que el margen de ganancia estandarizado por metro cuadrado de construcción en su país, es del orden del 10% mientras que en Venezuela en sus extremos será de el 3% y según la información, una ganancia no mayor a nueve millones (US$ 9.000.000,oo) de dólares americanos en tres años; algo así como US$ 250.000,oo por mes.

Definitivamente: “… Algo huele mal, pero muy mal y no es en Dinamarca…”

Negocios colaterales

Sólo y exclusivamente para ejecutar un tercio (1/3) de lo pautado anual y en insumos que deberán ser puesto a disposición de cada unidad de construcción en cada lugar y obra.

1. ¿De dónde saldrá el millón de metros cúbicos de concreto a tiempo y sobre cada obra?
2. ¿De donde los doscientos cincuenta millones de bloques de concreto?
3. ¿De dónde los doscientos ochenta millones de kilos de cabillas?
4. ¿De dónde los ciento cincuenta millones de tejas de arcilla?
5. ¿De dónde el resto de los insumos necesarios puestos a tiempo sobre la obra?
6. ¿Y dónde obtendrá y cuándo contratará el gobierno ese personal especializado –parte del cual ya sacó del país– para cumplir estrictamente –dentro una revolucionaria estructura plana de administración y de ejecución– con el casi medio millón
de horas hombre de trabajo para sujetarse al plazo de entrega de 120 días, cuatro meses, del primer lote de casas en un año?

“… Se puede engañar a todos una vez, se puede engañar a uno todas las veces, pero lo que no se puede es engañar a todos todas las veces…” (Wiston Churchill)

Así que Hugo Chávez podrá seguir día tras día, cadena tras cadena, mitin tras mitin, anuncio tras anuncio y como líder revolucionario, excitando y alimenta con fatuas esperanzas a sus seguidores, más aún, las ávidas fauces de los “Caimanes en boca e’ caño”; ronco sino mudo quedará, pero lo que no podrá hacer jamás porque no está –tampoco el equipo que lo acompaña– en capacidad, es construir 100.000 casas en cuatro meses, menos aún, 300.000 casas en un año.

El tiempo, nos dará la razón.